DERRIBANDO MITOS DE LA VACUNACIÓN CONTRA EL SARS COV-2 EN NUESTRO PAÍS

La llegada de la vacuna al territorio chileno nos abre la posibilidad de volver a vernos y abrazarnos en un par de meses. Creer que nos falta poco para salir del encierro y que solo necesitamos información para poder juntos salir de este virus.  

Proveniente de un viaje por el sudeste asiático, exactamente Singapur, el 3 de marzo de 2020 el gobierno de Chile confirmaba al primer caso de coronavirus en nuestro país. El hombre de 33 años se encontraba hospitalizado en Talca y desde ahí comenzamos a vivir la verdadera pandemia en nuestro país. Hoy, ad portas de cumplir un año desde ese suceso y con cifras que superan los cuatro mil casos de contagio diarios, podemos decir que ya tenemos a los primeros vacunados con la dosis Pfizer contra el COVID-19.

Diez mil dosis fue el primer cargamento que recibió nuestro país, vacunando en primera instancia a trabajadores del área de la salud y zonas críticas. Aquellos que estuviesen en contacto directo con el virus o tratantes del mismo, fueron los principales públicos objetivos en recibir la primera dosis, enfocado principalmente en unidades de cuidados y tratamientos intensivos.

Sin embargo, como todo avance científico, no ha quedado exento de dudas y polémicas respecto a su funcionamiento. En particular, debido a la desinformación y mitos por parte de la población anti vacunas. ¿Por qué dos dosis? ¿Cuál es la efectividad? ¿Me puedo contagiar si me vacuno? Son solo algunas de las interrogantes que a diario personal de salud debe responder.

Investigación de años

Magdalena Esparza estudió Bioquímica en la Universidad Austral de Chile, pero una vez egresada decidió emigrar a Estados Unidos bajo nuevos proyectos científicos. Hoy son casi ocho años que reside en Houston, Texas, donde trabaja en el UT Health Science Center (uno de los laboratorios más grandes del mundo). Asimismo, la investigación y trabajo con infantes en el Texas Medical Center, son parte de su rutina diaria. No obstante, su labor causa mucho más interés, al ser la primera chilena en el mundo en recibir la dosis de Pfizer y educar a través de sus ilustraciones acerca del cuidado y anticuerpos que genera la inyección.

“La verdad como bioquímica es bastante difícil poder enseñarle y contarle a la gente sobre todos los hitos históricos que han tenido que pasar para que hoy tengamos esta vacuna, que muchos critican por el poco tiempo que se demoró en fabricar, pero desconocen que incluso hay más de veinticinco años de estudios previos en la forma de inyectar” señala la investigadora chilena, tras recibir la segunda dosis de la vacuna.

Magdalena Esparza recién vacunada. Gentileza: EMOL

La investigadora narra que, en su laboratorio, llevan varios meses estudiando la creación de un examen que detecte la presencia de SARS CoV-2 a través de la saliva, y que aun así la gente siente que no son confiables, existiendo meses de investigación y doctorados en el proceso de creación.

De la misma forma, el doctor Arturo Cerda Verdejo, subdirector médico del Hospital Dr Augusto Riffart de Castro, asegura que la “vacuna posee un funcionamiento del RNA que trae toda la información del virus, es decir, ya no te inyectan una micro partícula infectada como se hacía antes, se avanzó muchísimo en cuanto a la ejecución”. En tanto, existe muchísima desinformación de la gente, producto que al creer que se vacuna con el mismo virus, se piensa que el cuerpo puede reaccionar de manera negativa y traer la muerte.

Para poder entender el proceso que tiene la vacuna, se dice que los científicos crearon un ARN mensajero en el laboratorio, el que contiene una parte del código genético viral del COVID-19, algo así como el cinco por ciento. Este ARN mensajero se introducirá en nuestras células con la vacuna y hará que nuestro cuerpo fabrique una proteína viral llamada espícula o proteína S, que serán las encargadas de potenciar y estimular al sistema inmune. Una vez que el proceso está completo, el ARN mensajero inyectado desaparece producto del trabajo que hacen nuestras propias células.

Vacunación por rebaño

La doctora internista e infectóloga, Yoselyn Castillo Blanco, hoy desde su rol de sub directora médica del Servicio Salud Antofagasta, conversa del tema desde un lado más profesional, indicando que “como todas las vacunas, esta inyección funciona por lo que llamamos en salud la inmunidad de rebaño (como las ovejas), es decir, una vez que exista gran parte de la población vacunada, podremos tener efectividad, antes no”. Apuntando directamente a esa audiencia que muchas veces desconfía de sus efectos y cree que no es necesaria la vacuna para el control del virus. Sin embargo, sostiene que hasta que no tener el ochenta por ciento de la población con las dos dosis y posterior a la inoculación, no podremos tener control de la pandemia en nuestro país.

Gentileza: Yoselyn Castillo Blanco

Muchos de aquellos que se auto denominan “anti vacunas” aseguran que es necesario que el virus te ataque una vez, ya que posterior a ello tu cuerpo tendrá los anti cuerpos suficientes como para poder combatir y te entregará mayor inmunidad que la de la vacuna. Sin embargo, eso es totalmente falso y el doctor Mirko Guzmán Gajardo, anestesista y jefe de pabellón del Hospital de San Carlos Ñuble, nos relata que, si bien tu cuerpo genera los anticuerpos, estos desaparecen después de unos treinta días. Si bien tendrás inmunidad durante un par de semanas, existen casos en nuestro país donde se han contagiado dos y tres veces, por eso es importante la vacunación.

Mitos políticos y de calidad

Otro de los discursos más leídos en las redes sociales es la posibilidad de inyección que contenga un microchip o nano partículas con las que nos controlaran, a modo de estrategia mundial. Por ello, Constanza Ortiz Villegas, enfermera recién egresada y hoy trabajadora de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en el Hospital Penco y Lirquén, nos conversa tras ser vacunada. “Yo creo que a diario de manera voluntaria muchas y muchos de nosotros compartimos información valiosa en redes sociales, donde estamos, qué hacemos y con quién. No creo que exista un gobierno o un grupo político que quiera controlarnos más de lo que voluntariamente damos a conocer” indicó.

Constanza fue una de las primeras beneficiadas con la vacuna Pfizer durante diciembre y hace solo unos días recibió la segunda dosis. “Lo importante es no dejar de cuidarse, incluso teniendo la vacuna, porque la inyección se hace efectiva siete días después de la segunda dosis y producto de la inoculación. Entiendo además que todos los cuerpos son distintos y que funcionamos distintos, entonces aun así podemos contagiarnos” señala al conversar del caso de la funcionaria que recibió la inyección en el Hospital Higueras de Talcahuano, pero se contagió entre ambas dosis.

Llegada de vacunas Pfizer al país. Gentileza: AGENCIA UNO

La comparativa entre marcas y nacionalidades de las vacunas ha generado otro revuelo no menos importante, producto que la compra por parte del gobierno incluye inyecciones provenientes de China. “Todas las vacunas, independiente de su marca u origen han tenido investigadores, científicos y médicos atrás buscando la forma en que sea efectiva. Si hoy están en el mercado y hay países que las están comprando, es porque de verdad tienen un rol y cumplen su función. Si quiere saber sobre la confiabilidad de las vacunas o en verdad dudas de ellas, siempre es importante visitar las páginas de organismos técnicos internacionales como la OMS o el MINSAL en caso de Chile” indica la bioquímica Magdalena Esparza.

Podemos asegurar que, teniendo a distintos especialistas y áreas de la vacuna, incluso trabajando en diferentes rincones del país, concuerdan en la efectividad y promoción de las vacunas contra el SARS CoV-2. Sin embargo, hoy el llamado es a seguir cuidándose, constante lavado de manos, respetar el distanciamiento social y quedarse en casa mientras sea necesario (y se pueda), ya que aún nos queda mucho por avanzar. El ochenta por ciento de la pandemia puede ser controlada con el respeto y organización de la población, el otro veinte responde a investigaciones y resultados concretos.

A pesar de que exista una cultura anti vacunas que se ha posicionado en nuestro país, sin desmerecer la labor investigativa por la que se mueven, existe una inminente necesidad de sostener la evidencia científica y, especialmente, los resultados experimentales por sobre todo cuestionamiento y difusión.

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