La falsa seguridad se toma el escenario pandémico en Chile

Los sobre 6.500 casos diarios que promedia la última semana se contraponen con la agenda centrada en la política y las medidas de un gobierno que entrega libertades no justificadas, de cara a una ciudadanía golpeada que ansía el término de la pandemia.

Este lunes, el Ministerio de Salud reportó 5.374 casos nuevos de coronavirus en nuestro país. Esa alta cifra pasa a un segundo plano cuando, el mismo día, el sector de la población que posee sus dos dosis de vacuna comienza a descargar su Pase de Movilidad que le permitirá evitar ciertas restricciones.

Pendientes de otras cosas 

El progreso del proceso de vacunación, que esta semana comprende al grupo etario entre 29 y 26 años, parece generar una sensación de éxito en la lucha contra la Covid-19. “Con todos estos avances, tanto en inoculación como en otras actividades, aparece una cierta conformidad por parte de la población. Un porcentaje importante, por otro lado, no respeta las reglas, no se quiere vacunar y no le interesa la pandemia”, comenta Patricia Valderas, presidenta de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (FENATS).

Chile tiene posibilidades de albergar la Copa América que se disputará entre junio y julio. Se evalúa también el retorno del público a los estadios con aforos reducidos. Gentileza: Conmebol.

Los focos de los medios de comunicación puestos en la política, las celebraciones electorales y el fútbol, flaco favor hacen. Durante los días previos a las “megaelecciones” del 15 y 16 de abril las candidaturas se tomaron las pantallas. La resaca de los resultados permanece hasta hoy, y ya se piensa en la segunda vuelta de Gobernadores Regionales, las primarias presidenciales, las elecciones de noviembre, la conformación de la Convención Constitucional y, por si fuera poco, los próximos compromisos de la selección chilena.

“Hoy vimos alrededor de cinco mil casos y sigue siendo una tremenda cantidad. No es una cuestión para relajarse; hay que seguir con todos los protocolos de cuidado: uso de mascarilla y distanciamiento social son las mejores armas para contrarrestar esto”, añade la dirigente de FENATS.

Si bien es cierto que la pandemia ha generado estragos en la salud mental de la población, a tal punto de posicionar a nuestro país como el segundo del mundo que más ha empeorado en esta área, según la consultora internacional Ipsos, también cabe considerar que los descuidos a estas alturas de la enfermedad solo retrasan el final de ella.

El Gobierno no ayuda

El ejecutivo acaba de promover el Pase de Movilidad para quienes posean sus dos dosis de la inoculación contra el SARS-CoV-2, a fin de poseer cierto grado de libertad mayor para traslados. Desde el Colegio Médico, por ejemplo, han criticado duramente esta medida por estimar que “no es el momento”.

El Gobierno defiende el Pase de Movilidad apelando a «premiar el esfuerzo de los vacunados». Créditos: El Contraste.

Sebastián Salazar, estudiante de enfermería interno en la UCI coronaria del Hospital Regional de Concepción y la UCI médica del Hospital Las Higueras de Talcahuano, es enfático en señalar que esta política “es una falta de respeto para los trabajadores de la salud”. Esto, porque advierte que “como país no tenemos cultura de autocuidado ni de respetar medidas. Si la tuviéramos, no habría problema, pero lamentablemente no está”.

Acto seguido, detalla que “los casos graves siguen llegando a los centros de salud. Eso sí, respecto al rango etario, ahora bajó y son personas de 40 años o menos. En mi opinión, se debe a que la vacuna está haciendo efecto en las personas más adultas, mientras que los más jóvenes aún no toman consciencia y muchos no se han vacunado”, cierra.

Del mismo modo, José Jara, estudiante del Instituto Profesional DuoC UC, apunta a las actuales medidas gubernamentales: “Todos los cambios que están ocurriendo hacen parecer que el virus está derrotado”, comenta. Además, suma que “es entendible que comencemos a sentirnos seguros aunque estemos equivocados, puesto que cada vez hay menos comunas en cuarentena, los medios hablan en su mayoría de otras cosas y el ministro Enrique Paris plantea que esta alza no va a durar mucho como las otras”.

Así es como, de una forma u otra, nos mantenemos en una montaña rusa que parece no tener final. Si a estas alturas del 2020 Chile estaba muy complicado y casi llegando al peak de contagios, posteriormente vino una calma que terminó en la época de fiestas patrias: nuevas políticas confusas permitían ver a seres queridos sin saber bien bajo qué parámetros. Luego, disminuyeron las cifras hasta el fin de año y la temporada estival, donde los permisos de vacaciones condujeron a una segunda ola.

Parece ser costumbre que desde las autoridades se intente a toda costa regresar a una normalidad no justificada. La población, por su parte, entre cansancio, deseos de volver a la libertad acostumbrada y mensajes erróneos, desatiende los cuidados básicos. Mientras tanto, continúan registrándose cientos de personas fallecidas día a día, las cuales se transformaron en solo un número.

Top