Esta carrera presidencial ha sido un circo desde el inicio, uno de sus mayores espectáculos fue en la inscripción a primarias hace unas semanas, otro destacable episodio de esta triste obra fueron los debates transmitidos por CNN la semana pasada. 

Hubo para todos los gustos. Para las personas que prefieren las uñas y dientes, el diálogo entre los candidatos de Chile Vamos era su día. Los constantes ataques entre candidatos generaron un ambiente bastante tenso, principalmente entre Sebastián Sichel y Joaquín Lavín.

El representante de Unión Demócrata Independiente parecía tener dentro de su equipo de colaboradores al candidato de RN, Mario Desbordes como vocero, ya que incluso utilizó sus derechos a réplica para pedir al candidato independiente que dejara de atacar al nuevo “socialdemócrata».

Este show de circo consistió en exponer todos los trapitos al sol, de una forma bastante baja a mi manera de pensar. Más que mal, hay que entender que luego de las votaciones de primarias deberán apoyar al candidato que ese día despellejaron en televisión.

A mi parecer, al día siguiente fue igual de extraño ver como Gabriel Boric y Daniel Jadue se trataban como dos grandes amigos, que bajo ninguna circunstancia discutirán en público. Por redes sociales incluso salieron memes haciendo alusión a que el debate emulaba más un podcast que una discusión de puntos de vista.

Me gustaría saber cómo la derecha planea seguir a la cabeza del estado sí demostró la nula capacidad que tiene de dialogar con su propia coalición. O a los candidatos de izquierda, si serían capaces de darles su tiempo a un contrincante para que termine su idea.

Me tomo las atribuciones como ciudadana de exigir a los políticos que utilicen sus dotes actorales fuera de sus candidaturas o en el peor de los casos actúen hasta que sus propios organismos y equipos se crean todas esas propuestas. No necesitamos más cahuines en torno a un puesto tan importante como es ser mandatario del país.

Lo que necesita Chile en este momento es una clase política que sepa dialogar, ponerse de acuerdo y buscar lo mejor para las personas que los elegimos como representantes.