El fútbol es una disciplina que genera diferentes percepciones y opiniones en las personas, de las cuales surgen críticas variadas en base a un suceso. Estas suelen ser interpretables dependiendo de quién las reciba, donde la persona se puede ver muy afectada o, simplemente, no le importa.

Pareciese que desde nuestras casas o sentados en la galería de los estadios todos somos directores técnicos; todos somos dueños de la verdad. “Se equivocó en hacer los cambios”, “¿por qué lo llamó?”, “es mejor este que este otro”.  Análisis que se producen en la mayoría de los encuentros.

Cabe recalcar que esto lo hacemos en búsqueda de una mejoría del desempeño deportivo. Sin embargo, muchos de estos juicios no tienen sustento alguno.

La crítica siempre ha sido una oportunidad de analizar y poder generar cambios, de los cuales no se garantiza éxito alguno. Sin una pareciese que todo es perfecto. El problema está cuando estas se basan en deshacerse del inconveniente en vez de buscar una vía para que la situación mejore.

Durante el desarrollo de la reciente Copa América la selección nacional mantuvo un rendimiento irregular, de la cual muchos hinchas dudaron sobre el desempeño de ciertos jugadores, poniendo en tela de juicio la decisión técnica de incorporarlos al plantel.

En el encuentro disputado por los octavos de final contra Brasil se cuestionó excesivamente el ingreso de Carlos Palacios al partido, un joven de 20 años quien recientemente está iniciando su carrera deportiva internacional, donde le queda mucho por aprender y mejorar. No obstante, muchos piden la marginación del delantero debido a una serie de errores cometidos. Para algunos hizo un pésimo partido y para otros fue el único que se atrevió a hacer cosas diferentes en búsqueda de cambiar el resultado.

El hincha es una persona que necesita éxitos para que no se muestre descontento. Pareciese que nunca queda satisfecho. Siempre quiere más.

Hace unos años la no clasificación a un mundial era una tristeza, esperando que la situación mejore en la próxima eliminatoria. Sin embargo, hoy en día es una obligación. Siempre se tienen que garantizar buenos resultados.

El éxito no florece en los árboles, se obtiene tras un trabajo arduo, respetando procesos, del cual todos tienen que ser partícipes. La crítica es fundamental, es una forma de expresarse, pero esta aporta cuando se busca mejorar las cosas, no destruirlas.