La guerra no es solo un juego de hombres. También forman parte mujeres valientes y pioneras en la carrera militar, un elemento clave para la historia a pesar de las adversidades, demostrando que no solo ellos pueden salvar el mundo.

Con el reciente estreno de «Black Widow», una de las películas más esperadas del Universo Cinematográfico de Marvel, el interés de los fans por la vida pasada de la vengadora Natasha Romanoff demuestra que muchas veces los poderes sobrehumanos no se comparan con las habilidades y trabajo duro.

La película, que relata la historia de una ex espía rusa que desmantelaba regímenes es la representación perfecta de otras historias con mujeres reales, que desde los tiempos de guerra mundial fueron entrenadas y perfeccionadas para infiltrarse gracias al desarrollo de ciertas habilidades, superando a los soldados convencionales.

Se trata de hazañas dignas de Hollywood, sobre mujeres luchando por derrocar el fascismo y con un fuerte sentimiento nacionalista que les permitió llegar lejos en un una disciplina donde solo los hombres tenían cabida.

Más que una revolución

Partieron desde abajo, avanzando hacia el frente de las batallas. Estas mujeres que comenzaron como trabajadoras en fábricas o simples amas de casa se encargaron de las municiones y persecuciones, siendo muchas veces olvidadas o pasadas por alto en la historia.

Acontecimientos como la aprobación del sufragio femenino para Gran Bretaña en 1918 marcaron un precedente en las libertades de la mujer como ciudadano, rol del que se mantuvo al margen por un largo periodo. El caso de su historial militar no es diferente. Según el medio El Español, aquellas mujeres destacadas en la historia militar iniciaban carrera de encubierto, como espías o bien ocultando su género para lograr enlistarse.

El personaje infantil Mulán no fue el único en tomar el lugar de un familiar para protegerlo, y no todas estas mujeres pertenecían a familias de pocos recursos. A lo largo de la historia existieron princesas, actrices y otras mujeres que se atrevieron a dar un paso hacia la zona de combate.

Primeros alistamientos

Inglaterra fue uno de los países pioneros en incorporar mujeres en sus filas. Según Carmen Lence, en 1945 el Ejército Británico contaba con 437.000 mujeres, sin embargo, no se les permitía adherirse a puestos en fuerza aérea, cuerpo médico ni servicio militar directo.

Estados Unidos también vio esto como oportunidad durante la Segunda Guerra Mundial. Lence además menciona en su investigación la participación femenina en la guerra que durante el conflicto con Vietnam, donde un gran número de mujeres militares se encontraba en puestos administrativos y médicos.

Es a partir de 1967 cuando ocurre un cambio significativo y se inician las aperturas oficiales en academias militares. Según el medio La Información, en 2015 dos mujeres lograron completar el entrenamiento de la Escuela de los Ranger, marcando un precedente histórico en una de las ramas del ejército más exigentes.

Servir al país ¿es voluntario?