La niñera: una excelente comedia que tuvo un estrepitoso final

Esta serie marcó a toda una generación. Sin embargo, el error de los guionistas hizo que se derrumbara la magia y la continuidad de la producción estadounidense. 

La historia de una mujer que llega de casualidad a la casa de un renombrado y millonario dramaturgo no es la trama principal de esta serie que más bien gira en torno a la química explosiva entre dos mundos, donde el acento de Queens derriba el refinado y siempre respetuoso comportamiento británico en una mansión de Nueva York. Y eso es lo que entregó a su audiencia La Niñera (The Nanny en inglés).

Esta sitcom lanzada por la cadena CBS y ambientada en el mundo de la clase alta neoyorquina de principios de los noventa, supo fidelizar a su público durante sus seis temporadas consecutivas al ritmo del jazz y la tensión amorosa revestida de comedia entre los protagonistas que producía una entrañable emoción. 

Cómo no amar a Fran Fine (Fran Drescher), personaje principal de la serie, caracterizada por su voz nasal desagradable, pero con un encanto inigualable que buscaba enamorar al indiferente y apuesto Maxwell Sheffield (Charles Shaughnessy). 

En tanto, los personajes secundarios como Sylvia Fine (Reneé Taylor), una madre excéntrica, la despistada abuela Yetta (Ann Morgan Guilbert), que siempre entregaba un valioso consejo o Niles, el mayordomo (Daniel Davis) que con su sarcasmo británico ponía los nervios de punta a C.C. Babcock (Lauren Lane), fueron el acompañamiento preciso para que la serie funcionara.

“La Nany” fue la adaptación chilena de la producción extranjera. La protagonista fue la actriz Alejandra Herrera. Fotografía: Mega.cl.

Sin embargo, esta comedia tuvo una estrepitosa caída al final de su quinta temporada y obligó a cerrar la historia en la siguiente. ¿Qué sucedió? Los guionistas, en su intento de cumplir con la fantasía del amor correspondido, hicieron que los personajes de Fine y Sheffield se enamorasen definitivamente y tuvieran una relación formal. 

La arriesgada apuesta rompió la magia de la tensión amorosa y el público no perdonó tal aberración. Fue así como catapultaron a una exitosa serie que pudo haber durado muchos años más al aire. Pese a ello, no se debe negar que la producción televisiva, ganadora de un Emmy, quedó en el recuerdo de toda una generación. 

Y es mejor quedarse con eso que el abrupto final, pues en sus 146 capítulos de 22 minutos de duración, nos entrega un agradable tiempo de ocio y recuerdos de una época que no volverán. ¡Ideal para una tarde de domingo!

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