Café Baqué: Siempre vuelvo al mismo lugar

Probablemente el sabor de un buen café sea uno de los mayores placeres que nos podemos dar en la vida. Para aquellos que son tan fanáticos de esta bebida como yo y se están dando una vuelta por el Gran Concepción, les dejo este dato.

El confinamiento y el miedo causado por la pandemia me restaron de muchos panoramas, entre ellos, ir por un rico café a alguna agradable cafetería y cambiar – a veces- el menú convencional de mi casa.

Después de un largo tiempo de encierro decidí comenzar a caminar por las calles de Concepción en busca de una cafetería que me entregara seguridad, un ambiente cálido y, por supuesto, un delicioso café. Pensando en una experiencia ya conocida llegué al Café Baqué de calle Castellón, vi una terraza con sillones de colores, otras mesas fuera de ese espacio y varias luces y flores que hacían muy acogedor el lugar.

Me percaté de que el pedido era a través del autoservicio, por lo que tuve que hacer una fila para realizar mi orden, aunque no me tomó más de tres minutos. Miré las vitrinas llenas de pasteles, galletas, chocolates, sentí el olor a café característico del lugar y me aseguré de mi pedido: un capuccino, una tarta de chocolate y un jugo de naranja recién exprimido.

La cafetería cuenta con tres sucursales y pronto abrirá su cuarto local en la plaza de Concepción. Fotografía: Café Baqué Chile.

Tomé mi lugar en las mesas aledañas a la terraza y rápidamente llegaron con mi pedido: una linda presentación, un sabor fuerte del café, una tarta húmeda y dulce en su punto y un refrescante jugo para suavizar los otros sabores. Creo que cuando vi la mesa servida y miré alrededor, sentí que estaba justo donde quería.

De todas formas, no puedo dejar pasar la cercanía entre las personas que estaban en la terraza. El espacio era el ideal para compartir un buen tentempié, pero la compatibilidad de los espacios no era la más óptima. Era como si todos estuviesen -a ratos- compartiendo una misma mesa y eso restaba confianza en el lugar, entendiendo las medidas sanitarias que deben regir en los espacios públicos.

En lo que respecta a los precios, los valores estaban completamente acorde en relación a la calidad y servicio ofrecido. Nada era excesivo según lo ofertado, así que en ese ámbito no tengo nada que objetar.

Si me piden hacer un balance, creo que las cosas positivas del lugar superan al aspecto “no tan bueno”, como lo era el distanciamiento de las personas en el área de la terraza. Sin duda es una experiencia que volvería a repetir, ya que es un lugar cómodo, cálido, con buena atención, buen ambiente y como no, con un gran café.

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