La telenovela de dos temporadas explora distintas pugnas humanas, en donde la línea entre el bien y el mal parece estar claramente demarcada para el espectador en un comienzo, diseminándose lentamente frente a los elementos del juicio y castigo, en donde victimarios se convierten en víctimas y viceversa, y personas no vinculadas al conflicto sufren desmedidamente las consecuencias de este como meros daños colaterales. 

  La separación de Nanno de la humanidad le hace no empatizar con los personajes a quienes se enfrenta en cada capítulo, quedando la duda de, junto a qué o quién es la chica, el descifrar cuales son sus verdaderos motivos y que busca alcanzar con la generación de caos para los miembros de las comunidades que invade, ya que la mujer o criatura justiciera, muchas veces pareciera buscar algún motivo de diversión que el meramente querer solucionar conflictos humanos y ver caer a los culpables de forma estrepitosa. 

  ¿Es Nanno buena o mala?¿Qué es el bien y el mal?¿Quién debe decidir qué castigos se aplican a aquellos que faltan a la moral, a la decencia y la dignidad?¿Qué significan estos conceptos? Dudas que la serie parece plantear y responder una y otra vez, con tantas historias diferentes como luchas humanas puedan existir.