Un replanteamiento necesario: la sociedad y la matríztica

Desde pequeños nos enseñan que la competencia sana y el desarrollo de habilidades de liderazgo son aptitudes dignas de cultivar. Dentro de toda democracia es necesario -en cierto punto- cada una de esas aptitudes, pero hay un momento de nuestra vida que es menester recordar y aplicar un análisis. 

La niñez forma parte fundamental de cada persona. Aquí es donde se aprenden valores y virtudes, así también, el hallazgo de los talentos personales y el comienzo de las múltiples inteligencias que podemos presentar. Todo esto se lleva a cabo dentro de la divina supervisión de las madres. Independientemente del caso particular de cada persona, existe en cada historia de vida la presencia femenina dentro de la crianza, siendo este un lugar de confianza que permite, a través del error y ensayo, el autoconocimiento y amor incondicional de quien vele por el niño o niña. 

Algo sucede entre esta primera fase de conocimiento y la inserción del niño o niña en el sistema educativo. Algo que corrompe aquel amor maternal y concepción del mundo que poseemos hasta ese entonces, y es ahí donde es necesario actuar. 

Humberto Maturana y el concepto de “Matríztico” puede explicar de cierta manera aquel momento de aprendizaje primario, y se entiende de su obra que es la figura paternal la que llega a crear conflicto en aquella relación de seguridad y de confianza. Son actitudes y acciones tan cotidianas como poner a la cabeza de la mesa al papá durante la once o visualizar situaciones de violencia, donde las víctimas suelen ser las mujeres, las que pone en una situación de jerarquía y de consiguiente conflicto en la niñez. Al crecer y ser partícipes de la sociedad, se acarrea la normalización de la jerarquía patriarcal de una u otra manera.

La revolución feminista de años anteriores pone de manifiesto esta inquietud sistematizada, de modo que se inserta nuevamente en el debate público y en todas las instituciones existentes el replanteamiento de las prácticas patriarcales y su esperada pronta eliminación. 

Expertos en el área afirman que es mejor pasar tiempo de calidad con los hijos en vez de estar demasiado tiempo con ellos. Créditos: Pixabay

Pero se sabe que no se podrá realizar cambio alguno en ninguna materia mientras se continúen llevando a cabo acciones que atenten contra las demás personas. De modo que, o estamos viviendo la crisis psicológica más problemática de la humanidad, o estamos viviendo en la continua reflexión sobre nuestro actuar pensando en no atentar contra nadie en el camino. 

Sin lugar a dudas, es necesario situarse en algún lugar y reflexionar, ya que, incluso una nueva constitución que descanse sobre unas bases patriarcales y capitalistas, logrará cambiar algo de la cultura en la que nos situamos. Será necesario entonces recordar el lecho materno y aferrarnos al amor y al cariño, para avanzar en la oscura sombra del patriarcado y el capitalismo.

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