Hongos psicodélicos: ¿una alternativa como terapia en Chile?

El Reino Fungi tiene una gran importancia desde hace millones de años atrás, reconocida como medicina nutricional hasta el descubrimiento de la penicilina, no obstante, las propiedades de los hongos siguen en descubrimiento cada año, siendo un misterio para la ciencia debido a sus componentes curativos y psicodélicos.

Son varios los estudios que han salido a la luz sobre la terapia psicodélica con psilocibina, una sustancia que se encuentra en los hongos alucinógenos que llevan a una alteración de la conciencia y que según los expertos, pueden combatir la depresión. En el año 2016 los investigadores de Johns Hopkins Medicine descubrieron que el tratamiento con dos dosis de esta sustancia administrada por asistencia clínica, pueden reducir la depresión, trastornos de ansiedad, cáncer, Trastorno Obsesivo-Compulsivo, síndrome de estrés postraumático y adicciones como el alcohol y tabaquismo, siempre acompañado con una terapia y apoyo psicológico.

 Quienes han puesto en marcha esta opción es Canadá, ya que aprobaron la medida de utilizar psicodélicos en los pacientes con enfermedades mentales en sus tratamientos médicos, presentándose en formato de pastillas o en el gramaje del hongo disecado, convirtiéndose en uno de los primeros países en emplear psicodélicos legalmente en su sistema de salud.

Los hongos psicodélicos utilizados para los estudios son del género Psilocybe cubensis y Psilocybe semilanceata, como el “Cucumelo” que tienen como principal activo la psilocina y psilocibina. Las setas psicodélicas inducen a una sinestesia, es decir, la percepción de una modalidad sensorial en otra, como por ejemplo, ver música y escuchar colores, entendiéndose como un fluido de contacto entre la sinapsis dentro del cerebro. A partir de estos estudios, las personas reportaron una baja en su ansiedad, menos depresión y preocupación por dolores, también relaciones interpersonales más estrechas con sus pares y familiares.

Hongos como terapia

Psilocybe semilanceata «Cucumelo». Fotografía por Giuliana Furci.

En Chile existe la terapia a partir de hongos psicodélicos a nivel holístico y ceremonial, en este contexto el hongo se le llama “La medicina del niño” ya que permite conectar con el niño interior, llevándolos a un estado puro y de inocencia. Es una medicina que luego de consumirla sigue actuando y es importante recibir un apoyo profesional en el camino, son terapias alternativas que se llevan a cabo a través de ceremonias o rituales principalmente en la naturaleza en donde se consumen micro dosis del concentrado activo de la psilocibina.

“Idealmente la persona que lleve la ceremonia tiene que ser un Chamán o una Sacerdotisa, alguien que esté relacionado y que tenga la capacidad de contener y de conectar con el plano sutil al momento de llevar la ceremonia a cabo, no son experiencias que se deben realizar siempre” afirma la terapeuta holística María Paz Méndez.

Desde la perspectiva de la psiquiatría el tratamiento o terapia con el principio activo de la psilocibina no es una opción, ya que su cultivo, venta y distribución no está legalizada en Chile. La psiquiatra Beatriz Vidal comenta, “Sería maravilloso poder realizar este tipo de terapias en Chile, sin embargo, primero se debería legalizar el uso de los hongos psicodélicos para uso terapéutico ya que son consideradas en el país como drogas duras, aunque no es del todo así porque no te generan una adicción. En países como España que son vanguardistas en el área de salud mental, estas terapias ya se realizan”.

Desconocimiento de la Funga

Chile es un país pionero en la conservación de hongos a nivel mundial, siendo uno de los pocos países que protegen al Reino Fungi dentro de su legislación, en la Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente (Ley 19.300), sin embargo, existe una baja información y un desconocimiento de los hongos en la ciudadanía. La recolección silvestre y el consumo de hongos sin un conocimiento previo, pueden llegar a una intoxicación por ingesta grave, uno de los hongos más peligrosos es la Amanita phalloides, más conocida como el “hongo de la muerte”, es similar a un champiñón, pero de mayor tamaño, su ingesta puede destruir el hígado en pocos minutos.

Giuliana Furci en Bosque Pehuén. Fotografía por Daniela Torres.

 La fundadora de Fundación Fungi y primera micóloga en Chile Giuliana Furci asegura, “en Chile no existe una educación del Reino Fungi, ya que no se ha introducido este importante reino a la par con las plantas y animales en el sistema educativo, es por esto que con la fundación estamos trabajando para integrar este conocimiento en los establecimientos educacionales y que exista una mayor cultura sobre esto, puesto que muchas personas no se informan del hongo que tienen frente a ellos y a partir de su ignorancia pueden intoxicarse o causar otro efecto si la seta es infecciosa o desconocida”. Nuevos descubrimientos micológicos se van sumando diariamente, dejando de lado los sesgos que encasillan a los hongos psicodélicos solo como una forma de recreación y van tomando su lugar en la ciencia como también en el área de la salud, entregando así una mayor visibilización e información a las comunidades.

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