La necesidad de enfermeras en los centros de salud es una problemática que es de primordial importancia afrontar por parte de las autoridades para mejorar la atención y el pronóstico de los pacientes.

Los y las enfermeras son una de las principales caras ante la constante lucha contra la pandemia por Covid-19 y otras enfermedades. Muchas veces siendo silenciosos e infravalorados, pero primordiales actores de nuestro cuidado dentro de los hospitales, postas y centros de vacunación. Sin embargo, actualmente se encuentran trabajando al borde de sus capacidades por la falta de personal.

En este sentido, se puede pensar que es un problema de disponibilidad de profesionales de enfermería en el mercado, pero, por el contrario, es el sistema de salud que no cuenta con suficientes puestos de trabajo a largo plazo en las distintas áreas que son requeridas. Traduciéndose en una menor atención en la calidad del paciente y que este personal de salud no trabaje en lo que estudiaron y especializaron, o simplemente busquen mejores oportunidades en los centros privados.

En efecto, el último estudio realizado por la intendencia de salud en 2017 sobre este tema dio a conocer que existen 25 enfermeras por cada 10 mil habitantes, cifra que mide la cantidad de titulados en enfermería, pero no los que se encuentran trabajando en algún servicio de salud. Por lo que la cifra llegaría a ser mucho menor.

Según datos del Ministerio de Salud, los prestadores individuales de salud registrados (inscripción de títulos) al 30 de septiembre de 2021 registra que existen 68 977 enfermeros en el país.

El caso de la enfermera Jeannette Saldias es uno como el de muchos, ella se encuentra prestando servicios sin contrato en un centro de vacunación en Temuco – después de buscar empleo por varios meses-, por lo que no se encuentra cotizando ni tiene derecho a protección laboral en caso de accidentes.

“Nosotros estamos trabajando en un centro en el que llegan más de 400 personas y diariamente llegan personas con enfermedades contagiosas, por lo que el riesgo es muy alto”, comentó Saldias.

En el caso de la atención intrahospitalaria por falta de profesionales de enfermería, la cantidad de trabajo que realizan deteriora la salud mental y emocional del personal que se termina reflejado en el cansancio y calidad de la atención. En concreto son los largos turnos de 24, 48 e incluso 72 horas al no tener otro profesional que los reemplace y la necesidad de obtener más remuneración a final de mes.

“Uno lleva mucho tiempo trabajando, uno como ser humano necesita dormir, ir al baño, comer, por lo que uno al no tener el descanso necesario se puede equivocar, cometer un error afectando la seguridad del paciente”, comentó Sandoval que ha trabajado en esta área.

Al mismo tiempo, la cantidad de pacientes es mucho mayor que los y las enfermeras, por lo que se hace dificultoso vigilar sus necesidades a cada momento. En concreto, los más perjudicados ante esto son los adultos mayores, personas graves, desorientadas o con escasa movilidad.

“La atención primaria debería ser la mayor inversión en Salud, nos están faltando muchas herramientas (…) y recurso humano de enfermeras que es primordial”, aseguró Priscilla Inostroza, Directora del Colegio de Enfermeras Concepción.

Lejos de los estándares internacionales:

La cifra se vuelve más preocupante al conocer que en Chile hay un tercio del estándar que exigen los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico). En nuestro territorio tan solo hay 2,9 enfermeras por cada mil habitantes, versus los 8,8 del promedio de las naciones en el organismo.

“En otros países de la OCDE la cantidad de enfermeras cada 10 000 mil habitantes es alrededor de 99 enfermeras, entonces la diferencia es significativa, e incluso existen países europeos en que la brecha es mucho más alta”, aseguró Inostroza.

Necesidad de abordar más puestos de enfermería:

No cabe duda que una mayor contratación de enfermeras es primordial, pero no solo para atender pacientes, si no que además pueden ser un factor de cambio significativo al educar a la población, realizar más controles y seguimientos para minimizar los factores de riesgo.

“En Chile tenemos un sistema de salud que tiende a atender a las personas cuando ya están enfermas, pero deja de lado una gran labor que es la de prevenir (…) en otros países hay enfermeras en los colegios que educan sobre la prevención y realizan controles”, aseguró Inostroza.

Al mismo tiempo, Joaquín Dávila habitante rural de la comuna de Yungay comentó que es necesario la contratación de enfermeras en postas de salud rural para satisfacer las necesidades de las comunidades alejadas de la urbe urbana que no cuentan con acceso expedito a los centros médicos.

“Se hace muy necesario tener los recursos de personal humano que se tiene en las ciudades acá en el área rural, en especial por la gran cantidad adultos mayores”, comentó Dávila.

Estas medidas podrían hacer la gran diferencia significando una alteración en el modelo de atención de salud que se quiere instalar desde hace un tiempo el ministerio de salud y que no se han logrado en la prevención, promoción y en otros ámbitos que velan por la seguridad de los pacientes.