Durante 16 años de carrera, Taylor Swift ha ganado adeptos y contrarios. Sin embargo, cada vez son menos los que pueden negar el legado que ya ha construido en la industria de la música.

Compositora, letrista y productora. Actriz, guionista y directora. Diseñadora, empresaria y doctora honoris causa en Bellas Artes. Da la impresión que a Taylor Swift ya no le falta nada por hacer. Sus fanes la conocen y ella conoce a sus Swifties, lo que la ha llevado a construir una relación con ellos como ninguna otra artista parece haberlo hecho. Lo que incluso va más allá de cualquier cifra que, a propósito, le favorecen. 

Sin embargo, eso no se queda ahí, ya que la estadounidense no solo ha sabido conectar con sus fanáticas de todo el mundo, sino también con sus colegas. Nadie puede decir que es mera coincidencia que incluso Paul McCartney y Ringo Starr hayan expresado su admiración por ella. Pero ¿a qué se debe realmente? 

Muchos y muchas se han esforzado durante años en decir que Swift ha construido su trayectoria en base a lo ajetreada que fue, al menos en algún momento, su vida personal. Y bueno, no se puede afirmar que es del todo falso. Incluso, es cosa de revisar sus letras para conocer sobre ella. Pero ¿por qué juzgarla por algo que siempre ha estado presente en la música? Se dice que el arte es una válvula de escape. ¿Por qué criticarla por esto a ella en particular? 

No obstante, si hay algo que ha logrado la cantante de 32 años es ser resiliente, elemento adquirido, lamentablemente, a punta de críticas destructivas, noticias falsas, insultos gratuitos y vínculos rotos con personas que la han traicionado sin más. Aspectos muy comunes en un industria musical y un mundo mediático machista donde las mujeres deben esforzarse el triple que un hombre para conquistar el éxito y muchas veces cumplir con expectativas que están de sobra. 

Mientras que, al mismo tiempo, ha luchado por lo que le pertenece, aun cuando no debiera hacerlo en esa injusta disputa con Scooter Braun, su ex manager que compraría e iba, más tarde, a vender los derechos de sus seis primeros álbumes de estudio, obligándola a entrar en un extenso proceso de regrabación que ya cuenta con dos productos publicados: Fearless Taylor’s Version y Red Taylor’s Version.

Olivia Rodrigo, Camila Cabello, Griff, Maisie Peters o Gracey Davis son solo algunas artistas emergentes que han tomado como bastiones de batallas aquellos dos aspectos de Taylor Swift y con justa razón. Una lista que, sin duda, se queda corta.