Las mascotas ya no son solo animales, pasaron a ser integrantes de las familias y el doloroso momento en el que parten, una de las cosas más importantes es buscar un lugar donde dejarlos descansar. 

Si bien muchas personas los entierran en sus hogares, otras viven en departamentos o arriendan casas, y el momento en que sus mascotas fallecen quedan pocas opciones como la cremación o botarlos.  

En San Pedro de la Paz se encuentra ubicado un espontáneo cementerio de mascotas, en el sector de Portal. Este punto nació desde el deseo de otorgarles a estos seres un tranquilo espacio para su recuerdo. 

Sin embargo, existe un conflicto con el terreno costero porque pertenece a privados quienes tienen futuros planes de un megaproyecto inmobiliario, algo que a generando problemas entre las autoridades, vecinos, dueños de estos animales, entre otros. 

Caminando por la playa se observan diferentes nombres de animales que yacen a algunos metros bajo la suave arena, junto con fotos, juguetes, mantas o algún recuerdo. Al ser un sitio comunitario, algunas tumbas poseen una gran producción y otras simplemente son más humildes, sin embargo, todas añoran con fuerza mantener el recuerdo de sus integrantes.

Si bien algunos residentes del sector se mostraron preocupados de un posible riesgo sanitario en el cementerio, la Seremi de Salud desestimó rápidamente la acusación, luego de unas inspecciones en el sitio. 

Es importante destacar que las familias de las mascotas realizan constantemente operativos de limpieza con llamados a la comunidad, porque tanto el cementerio como el mar reciben la basura de los asistentes a la playa. 

Detrás de cada nombre en las improvisadas lápidas existía una gran historia, el sentimiento se refleja al ver a dueños llorando desolados o familias que traen a sus mascotas a visitar a sus antiguos amigos.

Este terreno es una prueba del amor, cariño y respeto que se genera entre humanos y especies. Esto implica un gran cambio cultural y es necesario que se evolucione en todas las áreas porque hoy no hay leyes suficientes de protección animal, los tiempos cambiaron y estos animales ahora son parte de la familia, por lo tanto, merecen un descanso digno y un lugar pacífico donde se pueda mantener en respeto su recuerdo.