El deportista japonés de 27 años generó un gran impacto tras anunciar su retiro definitivo de la competencia.

El patinaje artístico sobre hielo es sin dudas uno de los eventos más populares en los Juegos Olímpicos de Invierno, lo que no fue la excepción en febrero durante Beijing 2022. En dicha oportunidad, Yuzuru Hanyu llegaba como el gran favorito, porque además buscaba hacer historia al intentar ganar por tercera vez el oro. Sin embargo, las cosas no se dieron como esperaba y se quedó con el cuarto lugar.

De todos modos, su nombre ya era más que conocido en el mundo deportivo y con su carisma logró quedarse con la atención de los fanáticos, quienes a través de las redes sociales le mostraban su apoyo. Sin embargo, las recientes olimpiadas fueron la última competencia de élite en la que participó el patinador, ya que no pudo hacerse presente en el Campeonato Mundial de este año por una lesión sin curar.

Ante el anuncio de su retiro, es inevitable no pensar en el legado que deja el deportista. Su carrera fue brillante y para comprobarlo es cosa de mirar su palmarés. Es dos veces campeón olímpico, dos veces campeón mundial (donde también suma tres platas y dos bronces), cuatro veces campeón del Grand Prix (más una plata), entre otros logros muy importantes.

La huella de Yuzuru en el patinaje artístico sobre hielo es algo que quedó establecido y se convierte en metas a superar para los actuales competidores y las nuevas generaciones. Para muchos es el mejor de la historia, algo que si ponemos en balanza tiene veracidad hablando de estadísticas. Pero debe considerarse el factor de que cada éxito está hecho para ser superado.

Un ejemplo de lo anterior, es el actual campeón olímpico en la categoría, Nathan Cheng, quien logró su tercer oro mundial este año y sigue vigente en su carrera. Algunos dicen que el estadounidense es el sucesor de Hanyu, debido a lo que ha obtenido a sus 23 años.

El deporte es de momentos que quedan escritos y son recordados posteriormente. Si Yuzuru dice adiós a las competencias siendo considerado el mejor, aunque luego venga alguien y supere sus victorias, es evidente que ya nadie borrará su nombre de los mejores patinadores de la historia.