Nunca seremos estrellas del rock, una historia sucia

El libro fue lanzado en 1995 a un año del suicidio de Kurt Cobain.

Cuando hablamos de Grunge no solo hablamos de una de las últimas explosiones del Rock & Roll, también hablamos de lo sucio. Y es que la palabra viene del término inglés grungy que significa suciedad. Y así muy bien lo sabe Jordi Sierra I Fabra, un escritor español que escribe para el joven adulto de su época y más allá. Con libros como Noche de Viernes o varias biografías de John Lennon que exploran distintas etapas del músico, Jordi tiene una gran capacidad para incluir la música esencial de los setenta, ochenta y noventa en sus publicaciones.

Tal es el caso de Nunca seremos estrellas del rock, un libro de no más de 120 páginas pero que me absorbe hasta el día de hoy. El texto explora el colofón de Ventura, un joven español desesperanzado y alienado que emprende su última historia como hombre libre luego de cometer un delito que lo dejará en la cárcel. De forma paralela, y separado por capítulos en números romanos -a diferencia de la historia principal-, se encuentra un policía dispuesto a encontrarlo y darle captura.

Debido a lo anterior el libro es muy dinámico y permite ir armando un panorama a medida que va avanzando en una especie de crónica policiaca que hace que uno explore distintas hipótesis de qué pudo haber hecho el joven Ventura como para estar huyendo tan desenfrenadamente. Y no solo eso. Sierra logra plasmar un sentir propio de la época en que el libro fue lanzado -1995- lleno de desilusiones, padres separados, desamores, una economía en picada y la aparición de nuevas vertientes del rock y el pop que cambiarían por completo el panorama a un año de la muerte de Kurt Cobain -1994-.

El término grunge fue acuñado por Mark Arm, vocalista y líder de la banda Mudhoney y Green River. Foto por Chris Cuffaro.

Entre un ir y venir de emociones, el joven punk va encontrando distintos personajes que lo ayudan a hallar una cierta paz frente a su decidido escape. Sin embargo, Ventura no logra evitar caer más en la vorágine de problemas en el que se metió y, a medida que el relato avanza, también lo hace su rabia y frustración. “Uno nunca obtiene lo que quiere, solo lo que no se logra evitar”, se lee entre una de las páginas.

Con frases memorables e historias desconocidas de canciones populares, el libro es un cuento de fácil digestión pero que incluye giros dramáticos inesperados que le dan al texto un sabor agridulce. Una creación de la cual es fácil encantarse si te gusta el rock y su historia.

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