Una historia de amor en todas sus facetas, tristeza, desilusión y esperanza representada en la obra musical con piezas visuales que encajan perfectamente hasta que se eriza la piel, una mezcla de elementos que da vida a la película La La Land: ciudad de sueños.  

La obra nominada a más de 14 premios Óscar, logra alcanzar las expectativas de cualquiera que se anime a verla, planos monocromáticos, colores análogos, ideas visuales y melodías únicas que ayudan a comprender la historia que de manera subconsciente nos lleva por una narrativa a través de sus imágenes y canciones.

La historia se desarrolla principalmente en Hollywood y nos va contando la vida de Mía, quien sueña con ser actriz, y Sebastián, un aficionado por el jazz, dos extraños que por casualidades de la vida van formando una aventura romántica de amor. Es importante destacar que se logra conocer las diferentes personalidades de los protagonistas en los primeros 25 minutos del rodaje.

Las estaciones del año guían el relato, el invierno y otoño se relacionan con la tristeza y soledad, reflejado en colores oscuros y fríos. Al llegar la primavera y el verano se torna un clima de felicidad, alegría y amor, con tonalidades cálidas y vivas, siendo un punto clave a lo largo de la cinta.

Existe un proceso de cambio en los colores conforme al transcurso de la vida de los protagonistas, el azul representa los momentos de arte y creatividad, siendo el tono predominante de Mía, mientras que el rojo figura en escenas de golpes a la realidad, responsabilidades y obligaciones que recaen en Sebastián. El morado es el principal de toda la película, una mezcla de rojo y azul que se encuentra en casi todas las escenas de amor y que va creando una dualidad entre ellos, dando la percepción de unión en los personajes.

La música no se puede ignorar, Sebastián y Mía, tienen sus propios Leitmotiv, -canciones que hacen referencia a cada uno de ellos- mientras que el de Mía es una armonía que transmite alegría, la de Sebastián es una balada melancólica, sin embargo, desde sus diferentes perspectivas, lograr compartir un vínculo que se presenta en la canción principal “Mía & Sebastián Theme”.

 Si bien es una narrativa clásica, nos muestra un escenario distinto, una secuencia soñadora que se opone de inmediato con la circunstancia, pensando en lo que pudo ser y que no fue -que no es peor ni mejor- es simplemente diferente, siendo un equilibrio entre la realidad y los sueños.

La película es una demostración de amor absoluto, reafirmando el dicho si lo amas, déjalo ir, porque de eso se trata, querer lo mejor para la otra persona, aunque esto signifique no estar a su lado.