Bárbara Cares: la animalista que ha rescatado a más de mil perros

De constante lucha y sacrificio se nutre la vida de Bárbara Cares, una animalista que lleva 12 años rescatando perritos en el Gran Concepción.

Nacida y criada en la comuna de Hualpén, Bárbara nunca tuvo un gran interés por los animales. Y esto se mantuvo así hasta 2012, cuando su padre falleció. Este evento le dejó un gran vacío en su corazón, pero fue aquí cuando llegó “Toby”, su primer perro rescatado, el cual llegó por su cuenta a la casa de Bárbara, quien lo adoptó como si fuera su hijo.

La claras llagas, maltrato y desnutrición que traía “Toby” le generaron repudio a Bárbara, y es desde este momento que su vida cambiaría. Su misión estaba clara: rescatar de la vida de estas pobres y adorables criaturas, que solo buscan entregar amor, y darles una mejor vida.

“La verdad es que yo quiero más a los animales que a las personas. La gente tiene capacidad de razonar, los animales son inocentes, no toman decisiones, solo quieren tener la ‘guatita’ llena, jugar, un techo que los conforte y dar amor”, reflexiona Bárbara.

Sus inicios dentro del mundo animalista

Foto de un perro (no Toby) antes y después de ser rescatado, Bárbara Cares

Luego de su primer rescate, el resto continuó por inercia: “Después del “Toby”, [cuando] caminaba por la calle y veía algún perrito cruzando, se me apretaba el estómago saber que lo podían atropellar. Me bajaba del auto y los iba a buscar, me los llevaba para la casa, los bañaba y luego comenzaba en la búsqueda de su familia, si es que tenía”.

“Al principio, por Facebook publicaba si los perritos eran de alguien, si lo reconocían, pero muchas veces no encontraba sus familias. Cuando los perritos se quedaban mucho tiempo conmigo, les comenzaba a buscar familia para que lo adoptaran”.

“La gente muchas veces quiere un muñeco, un perrito que sea un libro, que no ladre mucho, que no haga travesuras, que no sean un cacho para ellos. Cuando ven que es muy grande o travieso, los devuelven, no los quieren, por eso hay tanto abandono”, relata Bárbara.

Criterios de adopción

La vida de Bárbara dentro del mundo animalista continuó creciendo y cada vez eran más los casos de rescate a los que acudía.

En un principio, no tenía muchas redes de contacto. Este factor hizo que muchos perritos se quedaran viviendo con ella, debido a que no podía concretar las adopciones.

Muchas de las familias y adoptantes creen que el trámite de adoptar un perrito es fácil, pero la realidad es muy distinta. A continuación, Bárbara relata cómo funciona la logística de las adopciones: “Como decía anteriormente: las personas quieren un muñeco, un juguete, muchas veces para sus hijos, pero son animales, seres vivos, un hijo más para la familia”. Bajo esa síntesis las adopciones tienen criterios: “Las familias deben llenar un formulario de adopción en donde nos relatan todo sobre ellos: sus profesiones u oficios, a qué se dedican en el día a día, su familia de cuantos miembros consta, dónde viven, ingresos que estarían dispuestos a destinar a su nueva mascota, etc.”.

“Todo esto porque una familia adoptante tiene que llevar al veterinario a su perrito, tener los cuidados igual que a un hijo. Si viven en un departamento, es probable que tengan problemas con la administración. Deben estar comprometidos con la crianza de su mascota y estar conscientes que la tarea será por al menos 20 años”, recalca Bárbara.

“Nosotros luego de concretar las adopciones tenemos que hacer un seguimiento de por vida con las familias, la comunicación nunca debe terminar. Esa es la razón por la cual entregamos adopciones solo en la región, muy pocas veces se han ido adopciones a otras regiones”.

Redes sociales y difusión

El trabajo se realiza completamente a través de redes sociales. Ahí Bárbara creó un grupo de Facebook, el cual a la fecha tiene más de 15 mil miembros, llamado “Rescate y Adopción de Perritos Concepción”, además de un Instagram, del mismo nombre, con más de mil seguidores.

Publicación de una persona que adoptó un perro gracias al trabajo de Bárbara Cares, Bárbara Cares

“A nosotros nos envían ubicaciones y fotos de perritos en abandono, acudimos al lugar, los rescatamos, ‘peluqueamos’, esterilizamos, todo con fotos y videos. Luego contamos la historia del rescatado y sus grandes cambios; contrastamos las fotos del rescate con las de cuando ya están sanitos. Así, luego podemos publicar su historia en las redes sociales, tanto para conseguir aportes para operaciones o posibles familias adoptantes. La gente comparte por las redes sociales las publicaciones de los rescatados y así vamos encontrándoles familias”, cuenta Bárbara.

En algunos casos, la tarea es ardua y difícil: los hospitales veterinarios muchas veces no son del todo accesibles y las operaciones para rescatar y salvarle la vida a los perritos pueden llegar a costar millones. Las redes sociales y las almas caritativas muchas veces salvan la vida de estos perritos.

“Me han salido cuentas por 5 millones de pesos, ¿cuándo voy a poder pagar sola yo todo ese gasto? Hacemos campañas por las redes: ‘Lucaton’, rifas, beneficios. Hay mucha gente que le encantaría adoptar y cambiarle la vida a un perrito, pero muchas veces no tienen los medios suficientes y no tienen el tiempo. Esas personas nos ayudan muchísimo. Su forma de aportar a nuestra obra es donando; hay miembros de nuestro grupo de Facebook que donan de 300 mil pesos para arriba”.

El mundo con el que sueña

Hay áreas en nuestra sociedad en las que, por una u otra razón, el Estado no se hace responsable, y, en estos casos, es el pueblo quien toma las riendas. La animalista Bárbara Cares solo desea que en algún momento ni ella ni las animalistas tengan que preocuparse por el bienestar de los animales, sino que sea materia de las autoridades.

“Imagínate que yo gasto bencina, comida, remedios, muchas veces veterinario por mí sola [y] nadie me ayuda. A veces la gente no tiene para aportar, pero los casos siguen ahí. Yo no puedo dejar a los perritos sufriendo si los puedo rescatar. Nadie obliga a la gente a aportar. Cuando no se puede, uno tiene que correr con los gastos de esas cosas, por amor”.

“Si nosotros tenemos la facultad de hacer estas obras de caridad para nuestros amados ‘peluditos’, porque las autoridades no lo hacen. Crear alguna entidad que se haga cargo de esta problemática. El abandono es cada vez mayor en nuestro país, la situación económica no está dando, la gente opta por dejar a los perritos en la calle. Es momento en que las municipalidades, el gobierno, tome cartas en el asunto y se haga cargo”, reclama Bárbara.

“El día que me vaya de este mundo quiero que este tema este solucionado. Si me voy y esos perritos quedan sin hogar… se me parte el corazón con tan solo pensarlo”.

El llamado a aportar con esta obra

Tras 12 años de trabajo voluntario como animalista a Bárbara solo le quedan palabras de agradecimiento con todas las personas que la han ayudado en este camino: “Nada, agradecerles a todas las familias que han adoptado, que han sido responsables con sus ‘perrihijos’, que les han dado una vida digna a estos ‘peluditos’, a las personas que siempre están aportando para las esterilizaciones o las operaciones de emergencia, que gracias a ellos todo esto ha sido posible”.

Foto de seguimiento de una familia posando con su mascota adoptada, Bárbara Cares

“Ya perdí la cuenta, pero he dado en adopción a más de mil perritos. Todas sus familias siempre han estado en seguimiento y constantemente me mandan fotos de sus adoptados disfrutando de alguna instancia: en el campo, en la playa, en sus casas”.

“Adopten, no compren. Esterilicen a sus perritos, ellos no saben lo que hacen trayendo más y más perritos al mundo. Sean responsables, los perritos no son entes que se pueden desechar. El daño más terrible que le pueden hacer a un perrito es no darle amor”, cerró Bárbara Cares.

Pablo Yáñez.

David Ramírez.

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