Ante las bajas temperaturas y con la gran presencia de virus respiratorios en la Región del Biobío, es importante centrar la mirada en la gente que se puede ver mas afectada por estas situaciones.

En el año 2023, en Concepción se registraron 470 personas sin hogar, según el Anexo Calle del Registro Social de Hogares. Lo que plantea la interrogante sobre cómo afrontan el invierno húmedo característico de la ciudad, los individuos en situación de calle.

Actualmente existen seis albergues disponibles en el Gran Concepción, los cuales tienen cupos limitados por personas. En agosto del 2023 se anunció la pronta apertura de tres nuevos albergues ubicados en las comunas de Chiguayante, San Pedro de la Paz y Los Ángeles, por parte del Plan Protege. Estas medidas son esperanzadoras, sin embargo, no son suficientes teniendo en cuenta la gran cantidad de personas sin hogar que están presentes la capital penquista.

La raíz de problema

El frío del invierno en Concepción se convierte en una realidad cruda para quienes viven en la calle. Ramón, un hombre mayor que ha pasado ocho meses en la calle Tucapel, entre Barros Arana y Freire, comparte su experiencia con una franqueza desgarradora.

Ramón, como muchos otros en esta situación, se enfrenta a la dura realidad de las noches heladas y lluviosas. Nos comenta que, debido al frío, al despertar tiene las piernas entumecidas y que le cuesta caminar; también menciona que el frío podría ser mortal para él. A pesar de esta situación, El entrevistado se niega a ir a algún albergue, ya que ahí no le permitirían beber alcohol.

Al conversar con el pastor Nelson de la organización Remar Concepción, se revela la complejidad de la problemática. Nelson enfatiza que, si bien existen múltiples albergues en la ciudad, estos no dan abasto. Remar no se limita a ofrecer un techo temporal; su enfoque va más allá, buscando atacar las raíces del problema. “Casi todas las personas en condición de calle tienen problemas con las drogas”, señala Nelson, subrayando que esta organización se centra en la rehabilitación y reinserción social.

Cabe recalcar que Remar y otras organizaciones que brindan apoyo a personas en situación de calle no reciben ningún tipo de financiamiento por parte del Estado. En cambio, dependen de donaciones voluntarias o se financian a través de la venta solidaria de pasteles caseros que ofrecen en las calles de Concepción o en las universidades.

Este planteamiento se refleja en las historias personales de quienes no tienen techo. «Gatillo», un joven de 28 años que prefiere mantener su nombre en el anonimato relata sus constantes luchas por encontrar refugio. «Hoy no sé dónde dormiré», confiesa, ilustrando la incertidumbre constante que enfrentan quienes carecen de un hogar seguro. Su pasado, marcado por la adicción y la falta de apoyo familiar, ejemplifica los desafíos complejos que enfrentan las personas en situación de calle.

Preparaciones ante el clima invernal

En medio de estas circunstancias desafiantes, las preparaciones ante el clima invernal cobran un significado crucial para quienes viven en la calle. Mientras algunos, como «Gatillo», tienen que improvisar para enfrentar el frío y la humedad, otros, como Ramón, esperan que la noche no sea demasiado difícil.

Las estrategias para lidiar con el invierno varían ampliamente. Se menciona la importancia de encontrar refugio en lugares resguardados, como paraderos, o de pasar la mayor parte de la noche despiertos.

Un Pronto Copec es un lugar ideal para aguantar la noche, está techado y se puede comprar algo caliente para tomar. ‘Gatillo’ comentó que pasaría gran parte de la noche allí, ya que no había cupo en los albergues.

No obstante, estas medidas son a menudo insuficientes frente a las condiciones climáticas adversas y la falta de recursos. Ambos entrevistados expresaron su preocupación por la posibilidad de enfermarse debido a la exposición prolongada al frío y la humedad. «Gatillo» reveló que tenía un dolor en un pulmón por causa de un golpe, debido a que se cayó intentando huir tras haber robado.

La situación se agrava para aquellos que enfrentan problemas de adicción. La falta de acceso a tratamientos y apoyo adecuado durante el invierno puede exacerbar sus vulnerabilidades y aumentar el riesgo de recaídas.

Por parte del Gobierno existen Centros Temporales para la Superación, que son una iniciativa del Programa Noche Digna del Ministerio de Desarrollo Social y Familia.

Según datos proporcionados por el Ministerio de Desarrollo Social en el 2022, los albergues tenían una tasa de ocupación del 78% a nivel nacional durante la temporada invernal.

En este contexto, se hace evidente la necesidad de acciones más amplias y coordinadas para enfrentar los desafíos del invierno para las personas sin hogar. Programas que proporcionen no solo refugio y alimentos, sino también atención médica, apoyo psicológico y oportunidades de rehabilitación, son fundamentales para garantizar la seguridad y el bienestar de quienes experimentan estas duras condiciones.

Escrito por: Jerónimo Arredondo