Género urbano chileno ¿influencia a la delincuencia?

El género urbano en Chile cada vez gana más terreno en cuanto a oyentes, por lo que se estima que es una gran influencia en la juventud. ¿Qué tan real es esta afirmación? La crítica negativa al género es constante, sobre todo cuando se habla de delincuencia.

Socialmente el género urbano chileno está manchado por ser culpable del aumento de la delincuencia en la juventud. Los delincuentes actualmente parten con sus malas prácticas desde jóvenes, casi niños, casualmente coincide en parte con el grupo etario que escucha música urbana chilena. ¿Simple coincidencia?

Desmintiendo creencias

El gran ejemplo para desmentir la afirmación es Pablo Chill-E, símbolo musical y precursor del género, siempre en defensa de su estilo y forma de ser.  A través de sus redes sociales, principalmente, Pablo publica sus opiniones en donde ha dado a conocer la desconfianza que le genera la prensa y televisión chilena al censurar o en caso contrario, exagerar las situaciones vividas dentro del género.

La Coordinadora Social Shishigang, fundada por Pablo Chill-E bajo el lema “solo el pueblo ayuda al pueblo”, es un movimiento que refleja el propósito de artistas como él, que surgieron de una manera inesperada y gracias a ello buscan cómo ayudar a quienes están donde estuvieron ellos alguna vez.

Experiencias, mas no influencia

Pablo Chill-E.
Imagen de T13

Justamente King Savagge, artista urbano en Chile, en una entrevista aclara que él canta experiencias de su juventud, de lo que le tocó vivir muchas veces en la calle, pero no da pie ni incentivo a actitudes delictivas ni promueve el narcotráfico.

La música es infinitamente variada en cuanto a estilos, y es el espectador quien decide el género musical que lo identifica o representa, no al revés. Según esta conclusión, no sería el género quien busca a los jóvenes y los incentiva a delinquir, simplemente la audiencia se siente representada por la música urbana. Más allá de las letras, entienden el mensaje, la historia de fondo que intentan contar y cuestiones técnicas como ritmo y melodías que pueden ser atractivas para muchos. La delincuencia es una problemática social, más no musical.

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