Lebu: las experiencias de una comunidad remota

Sumérgete en la vida de Lebu: un relato cautivador de cómo la comunidad sobrevive y prospera en un rincón remoto del mundo, donde la geografía implacable teje los desafíos de la vida diaria.

En el vasto mundo de los paisajes majestuosos y escarpados, donde reina la naturaleza y los extensos páramos de fauna acuática, se encuentra la comunidad de Lebu que nace del esfuerzo y forja su fortaleza en los márgenes de la implacable geografía. Esta es la voz de aquellos habitantes, este es su relato de cómo se sobrevive en un remoto rincón del mundo, donde el aislamiento geográfico teje las dificultades de la cotidianidad.

Las dificultades la económicas

Para los habitantes de Lebu la geografía no es solo un telón de fondo pintoresco y maravilloso, es una realidad que moldea aspectos de sus vidas. La autosuficiencia es una virtud que mantiene a flote a estas personas, ya que la distancia y la dificultad de acceso limitan las posibilidades de surgir tanto educativa como comercialmente. Aquí, el ingenio es una moneda corriente, siendo la capacidad de reinventarse una fuerza que mantiene viva a la población de esta ciudad.

En la entrada de Lebu se encuentra este letrero, el te da la bienvenida a la ciudad y a los hermosos paisajes que te esperan, Municipalidad de Lebu, cortesía.

Este es el caso de los empresarios dentro de la ciudad; como por ejemplo Rodolfo Pérez, el administrador de la panadería San Pedro de Lebu. Conversando con nosotros, expresó lo siguiente sobre la situación: “Muchas veces hay que sobrecargar los stocks de productos y materias primas con el riesgo de jugar muy al filo de la fecha de caducidad y dado que en nuestro rubro la producción es variable, se corre un riesgo importante de pérdidas. Finalmente, y no menos crucial, la distancia hace que todo tenga un costo mayor y por ende nuestro producto final se ve incrementado, lo que sin duda causa desmedro para nuestra alicaída comuna”.

Las dificultades estudiantiles

Por otro lado, las personas recién salidas de la enseñanza media también sufren con esta situación, quienes deben dejar su hogar para continuar sus estudios superiores. Este es el caso de Jorge Lagos, estudiante de la Universidad de la Santísima Concepción: “Para mí se siente como una experiencia nueva y desalentadora en todo sentido. Pasar de ser una persona dependiente de dos figuras paternas a ser una persona autosuficiente en los ámbitos domésticos resultó un desafío titánico. Como alguien criado en un pueblito, el cambio es devastador. El hecho de perder poco a poco el contacto familiar hasta llegar a solo una llamada es notorio, muchas veces prefiero poder compartir una comida caliente en el living con mis padres que vivir la vida universitaria”.  

Si bien el aislamiento geográfico puede ser una buena forma de descanso, también tiene sus desafíos. La falta de accesos a ciertos servicios básicos, como la atención médica o la educación de calidad, son una carga para aquellos que llaman a Lebu su hogar. La vida en esta ciudad está sujeta a las complicaciones de la fauna marina: los cambios en la población de pescados y mariscos terminan convirtiéndose en obstáculos insuperables para los habitantes, disminuyendo la circulación económica de la ciudad y perjudicando a todas las personas que viven ahí.

Las dificultades en servicios básicos

En el caso de los servicios médicos las cosas son aún más complejas. La ciudad más cercana que tiene un sistema de salud razonable para tratar enfermedades graves, realizar operaciones o recibir a un bebe es la ciudad de Concepción, la cual se encuentra a tres horas de distancia.

El hospital Santa Helena de Lebu, el sistema de salud central de la ciudad una pequeña institución de baja complejidad, Fenpruss.cl, cortesía.

 Este es el problema de Lorena Garbayo, quien se ve obligada a viajar a Concepción por la carencia en medicina que presenta la ciudad: “El sistema de salud de Lebu siempre ha sido deficiente; se cuenta solo con un hospital de baja complejidad en la comuna y las distintas especialidades se van repartiendo en el resto de la provincia, por lo que realizar un chequeo puede resultar en la pérdida de días o semanas entre una sesión y otra. Por esta razón, nosotros decidimos hacer todo en Concepción, así que podemos entender que hay un gasto importante de tiempo y dinero para acceder a algo tan básico como la salud”.

Esta experiencia no es aislada, ya que, aunque Lebu sea la capital comunal de la provincia de Arauco, esta ciudad no cuenta con una zona de maternidad en el hospital principal. Este caso es tan grave que hace 25 años que no nace un bebé en Lebu, debido a que el servicio médico no está preparado para esta tarea.

Una ciudad que sobrevive de la creatividad

La playa de Lebu, es un lugar hermoso a los pies de un cerro donde el viento sopla fuerte y el agua congela los corazones, Valentina Perez Garbayo, cortesía.

Sin embargo, aunque se presenten todos estos desafíos, la vida de este tipo de comunidades está impregnada de una conexión con la tierra, el aire y el mar más grande que en otras localidades. Las tradiciones pesqueras son unas de las más arraigadas en la historia de la ciudad, mientras que la belleza del paisaje es un recordatorio constante de la fortaleza y la resiliencia de los seres humanos y como una reinvención de la ciudad podría ponerla de mejor forma en el mapa.

La vida de una comunidad aislada es un testamento a la capacidad que posee el ser humano para adaptarse y prosperar aún en los entornos más hostiles. A través del trabajo arduo, la creatividad y el ingenio, estas comunidades escriben su historia. Los habitantes de Lebu, este remoto rincón del mundo, perseveran y evolucionan para superar sus adversidades.

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