El viaje entre la música y la fotografía de Nicolás Rosales

Aunque lleva poco tiempo en este oficio ya ha participado en distintos festivales como parte del equipo de fotografía, algunos de ellos han sido Rec, Primavera Sound y Fauna Primavera. A pesar de estar detrás de la cámara, no ha perdido la esencia de fanático.

Daban las tres de la tarde cuando inició la videollamada con Nicolás. Un joven de 22 años, que desde su habitación relató parte de su historia. Nacido y criado en Concepción, es el menor de sus hermanos del lado de Víctor, su papá e hijo único de su madre, Mónica. Ambos se conocieron en un club de fotografía, sin saber que años más tarde el hobby que los unió no solo se lo heredarían a su hijo, sino que además se convertiría en su pasión.

Nicolás se mostraba sorprendido, mientras buscaba entre risas las palabras para describirse a sí mismo: «En lo personal me considero una persona muy amigable, tranquila y sociable en ciertos aspectos». Sin embargo, confiesa que cuando se trata de lo laboral la situación cambia, «soy muy intranquilo, me cuesta mucho estar quieto». Por otra parte, contrastó que «no me siento alguien creativo, pero sí tengo y genero muchas ideas». Esta característica ha sido fundamental en su crecimiento personal sobre todo cuando tiene la cámara en las manos.

Sus primeros pasos en la fotografía

Fotografía de infancia.
Empezó a tomar fotografías en los viajes familiares. Foto de Nicolás Rosales.

Sacar fotografías era una actividad presente en la infancia de Nicolás. Relató que su mamá fue crucial en este proceso.»Ella me iba pasando sus cámaras digitales pequeñas y empecé a fotografiar lo poco y nada que se me ocurría». Con el paso del tiempo, la afición por capturar momentos crecía junto a él, ya no eran solamente «cosas bonitas o paisajes como inicia toda la gente», comentó.

Poco a poco Nico fue puliendo sus habilidades con el lente, aprendiendo de forma autodidacta, apoyándose a través de diversos cursos online y por videos de YouTube. Sin embargo, enfatizó que la mayoría de su experiencia viene por ensayo y error. Principalmente se ha enfocado en mejorar su manejo del color y su composición.

Este oficio es una parte esencial de su vida, lo que lo ha llevado a aprender y perfeccionarse en él. «Es súper fuerte lo que ha generado en mí, porque ahora no pasa un día en que yo no tenga que revisar, editar o conversar sobre fotos”, expresó sonriente desde su escritorio.

Búsqueda de su carrera

Corría el año 2019, cuando Nicolás ad portas de terminar el colegio debía decidir qué estudiar. Entre sus opciones la preferida era Ingeniería en Sonido, a la que postuló en la Universidad de Chile. Sin embargo, tomó una decisión que cambiaría el rumbo de su futuro: «Quedé, pero no me matriculé. Decidí no entrar por miedo, estaba muy perdido». Es por esto que, eligió darse un año sabático para meditar y definir acerca de sus estudios.

Con la llegada de la pandemia la vida de Nicolás dio un giro. Comentó que en aquellos meses de pausa, la lectura se convirtió en su nuevo pasatiempo favorito, que sería clave para la elección de sus estudios. «Leí mucho y pensé en una carrera donde se tuviera que leer, escribir y así encontré Periodismo», recordó.

Durante su etapa escolar, siempre tuvo mayor inclinación por las ciencias, sin saber que más tarde encontraría el gusto por las letras. El destino jugó a su favor y quedó seleccionado en su primera opción, la Universidad Católica de la Santísima Concepción.

Finalmente fue en marzo del 2021 cuando inició su vida universitaria, «entré a estudiar Periodismo y me fui encantando en el camino. La verdad es que no conocía mucho solo que era una carrera muy divertida y que había que leer harto».

Encontrándose como periodista

Fotografía de Kudai.
También, a fotografiado a bandas como Kudai y Los Tres. Foto de Nicolás Rosales.

Con el tiempo Nicolás fue descubriendo su gusto por la escritura. Lo que lo motivó a querer colaborar en distintos medios digitales, Picnic fue el primero de estos. Allí hablaba principalmente sobre música: «Me tocaba reseñar discos y escribir notas bien rápidas. Después, entré a la revista La Máquina Medio y en ambos me dedicaba a lo mismo».

No solo desarrolló su redacción, sino que gracias a una asignatura de fotografía debió hacer un reportaje. El mismo que lo llevó a reencontrarse con el hobby que aprendió de sus padres. Para llevar a cabo dicha tarea «le pedí al medio en el que trabajaba que me acredite en algún show y ahí partí tomando fotos en bares, como Casa de Salud y La Bodeguita de Nicanor». Desde ese momento la cámara volvería a la vida de Nicolás para nunca irse.

Grandes logros

Las dos cosas favoritas de Nico, la cámara y la música se unieron para abrirle un mundo de oportunidades como fotógrafo de conciertos. «La mayoría de los eventos en los que he trabajado han sido por prensa. Recuerdo que partí escribiendo y después pasé a tomar fotos para el medio Expectador.cl donde me he desempeñado en estos últimos años”.

Fotografía equipo Lollapalooza
El equipo de fotografía del Lollapalooza está compuesto por 24 personas. Foto de Nicolás Rosales.

De esta manera el joven ha ido avanzando poco a poco en la industria, pero afirmó que nunca presionó nada para que las cosas surgieran «ha sido todo superorgánico. No sé si llamarlo suerte, pero sí me ha tocado un escenario donde las oportunidades me han llegado de golpe, porque solo llevo dos años en la fotografía de conciertos».

Así fue como en un viaje en micro junto a su polola, su celular sonó con la llamada de un número desconocido. Esta le daría la oportunidad de trabajar en el festival más grande de Chile, el Lollapalooza 2023. Donde fotografió a cantantes de talla mundial como Rosalía, Billie Eilish, Mora, entre muchos más.

«El Lollapalooza ha sido lo más grande que me ha tocado trabajar, esas oportunidades son contadas con los dedos. Me sentí muy cómodo y validado con mi trabajo, esa aprobación me hizo sentir en paz con lo que hago». Muy orgulloso por aquel logro, comentó que desde ahí «fue darle rienda suelta a esa pasión que siempre estuvo, pero ahora ligada a la música que es algo que me ha gustado toda la vida».

También se ha desempeñado en otras áreas, «por ejemplo, me ha tocado hacer fotos para marcas de ropa o sesiones para artistas, ya sea en estudios o rodajes e incluso como foto fija, pero nada le gana al trabajo en conciertos que siempre será mi favorito».

Entre el público y el escenario

Fotografía de Easy Kid.
EasyKid en el Rec 2024, fue la tercera vez de Nicolás cubriendo el evento. Foto de Nicolás Rosales.

Trabajar en algo que te apasiona no solo trae satisfacción y logros, también  requiere de sacrificio, dedicación y esfuerzo. «El ritmo de conciertos es bastante fuerte, exige mucho a nivel físico. Al estar todo el día dando vueltas en un festival al tercer día ya es una locura», comentó.

Nicolás aseguró que, si bien es gratificante ver las fotos y que te gusten, amerita un esfuerzo emocional grande. «Cuando tienes que trabajar en el rubro creativo, las emociones afectan mucho el desempeño y eso igual me ha golpeado fuerte. Me sucede que hay días que no tengo ánimo y no me salen las cosas como yo quisiera o pasan semanas en las que veo mi trabajo y lo rechazo».

Fue la dinámica interna de los conciertos lo que le hizo darse cuenta de que ya no se trataba de un hobby. El ritmo acelerado del ambiente y la euforia que se respira frente al escenario trae mucho estrés, además «pasó a monetizarse y cambiaron las reglas del juego. Finalmente, ahora es una cuestión totalmente distinta, pero aun así me encanta y no lo dejaría por nada».

La cámara, su fiel compañera

Una Sony Alpha 6400 ha sido su compañera en cada paso. Juntos han retratado momentos únicos cargados de emociones, que solo perduran en el tiempo al ser capturados. «La gente y el artista generan mucha energía de la que uno es testigo y busco transmitirla con las fotografías».

De igual forma, Nicolás con una sonrisa en el rostro no pudo negar el amor que siente por la música y como lo ha unido con el periodismo. «Pero creo que la fotografía siempre va a estar en mi vida, es algo que ya no se va a ir, no me puedo escapar de ella». Desde niño tuvo el talento de la fotografía, pero fueron las vueltas de la vida las que se encargaron de que se convirtiera en fotógrafo.

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