Durante los últimos siglos, la vestimenta femenina a lo largo del mundo ha experimentado cambios significativos, influenciados por eventos globales y avances en áreas como la economía, la política y la sociedad.  Factores como el rol de la mujer en la sociedad también ha influido en los cambios que ha experimentado la moda femenina, pues el cambio de ama de casa a mujer trabajadora demuestra un evidente cambio en la conducta de las mujeres y su expresión individual. 

Imagen de ConGlamour.

En la era victoriana, los vestidos largos, recatados y elaborados eran comunes. El corsé se popularizó, enfatizando las curvas femeninas y creando la ilusión de una figura de reloj de arena. Las mujeres, en su mayoría, estaban confinadas a roles domésticos, y aquellas de clases sociales más altas llevaban una vida social reservada y moderada, manteniéndose en un segundo plano en muchos aspectos.

En un período de prosperidad y crecimiento en Europa, la imagen femenina reflejaba elegancia y sofisticación, inspirada en épocas anteriores. Los estándares de belleza impuestos ponían a la mujer con una figura voluptuosa a un nivel exagerado, resaltando la llamada feminidad. Para lograr estas siluetas, muchas mujeres recurrían al corsé, aunque algunas optaron por abandonarlo para desafiar los estereotipos de belleza. Este cambio comenzó alrededor de 1911, cuando las mujeres buscaron una imagen más fresca, funcional y autónoma.

La Segunda Guerra Mundial tuvo un impacto significativo en la moda femenina, impulsando una estética más funcional, simple y austera. Esta época proporcionó a las mujeres la oportunidad de rebelarse, adoptar una vida más ligera y permitirse nuevas libertades que antes les habían sido negadas. Factores como la música y el cine afectaron de igual manera y esparcieron este mensaje de revolución a la sociedad.

Después de la guerra, las mujeres jóvenes buscaban más independencia y emancipación. El contexto las llevó al trabajo, donde encontraron garantías que antes solo se obtenían a través del matrimonio. Esto marcó el comienzo de una generación que buscaba liberarse del machismo arraigado en la sociedad del siglo anterior, y la moda desempeñó un papel importante como testigo y motor de esta liberación femenina.

Los avances en la liberación de las mujeres en la actualidad se reflejan en la vestimenta femenina a lo largo del mundo, que actúa como un registro visual de los hitos políticos y sociales de la historia. Estos cambios han llevado a las mujeres a obtener mayor control sobre sus cuerpos y su identidad. La moda se ha convertido en una poderosa voz que refleja el progreso y la evolución de la sociedad en relación con la igualdad de género.