Pugs: enfermedades comunes y su relación con la cría y cruza selectiva

pug

La selección genética ha producido diversos cambios físicos en distintos tipos de animales. Sin embargo, estas alteraciones en los pugs han afectado negativamente su calidad de vida y bienestar. Como consecuencia, se derivan una serie de enfermedades y complicaciones que impactan a diario a estos seres vivos, como el síndrome braquicefálico.

Los carlinos son una raza de perros originada en China. Actualmente son famosos a nivel global, a pesar de que su distribución y demanda principal se encuentra en Reino Unido. Es más, entre el año 2005 y 2020, se registró un incremento de alrededor de 4000 ejemplares de este tipo en el país europeo.

Las características distintivas de este tipo de mascotas son su tamaño, arrugas en su frente, cola enroscada, el tipo de ojos y su estructura facial. Estas peculiaridades han sido trabajadas y “perfeccionadas” genéticamente a lo largo de muchos años, lo que ha generado una alteración en el funcionamiento adecuado de varios órganos y sistemas.

El atractivo y la necesidad de generar especies eternamente “jóvenes” es el principio de estos cambios. Es decir, la forma de su rostro representa lo que sería un cachorro, aun cuando ya esté en etapa adulta o en su vejez. No obstante, según un estudio del Real Colegio Veterinario de Reino Unido en 2022, se han alejado hasta tal punto de otros caninos, “que la raza pug ya no puede considerarse como un perro típico desde la perspectiva de su perfil de trastorno”.

Uno de los problemas de salud más impactantes

Su cara achatada puede llegar a ocasionar el desarrollo del síndrome de obstrucción de las vías respiratorias braquicefálicas (BOAS). Esta afección, hace que presenten dificultades al oxigenarse y al exponerse al calor constante. Según el Diario Veterinario, enfocado en salud y veterinaria, esta condición “se produce cuando el hocico acortado hace que el tejido blando de la nariz y la garganta sea demasiado grande para el espacio disponible, lo que provoca la obstrucción de las vías respiratorias desde las fosas nasales hasta la tráquea”.

A modo de consecuencia, también se ve afectado el movimiento corporal del ser vivo. Al realizar actividades físicas de mediano a alto impacto, se requiere de un sistema respiratorio completamente funcional. Además, de acuerdo con lo indicado por la organización de derechos animales, PETA Latino, “mientras que sus cabezas se encogen, el resto del perro no lo hace, lo que significa que sus cerebros y otros tejidos blandos se aplastan y se comprimen en un cráneo demasiado pequeño”. Esto se resume en que su estructura no permite una correcta ubicación y espacio para otros órganos, como ojos y lengua.

La cría y cruza selectiva impulsa el comercio y, por lo tanto, el maltrato de estas criaturas. Además, los pug no son los únicos afectados, ya que también existen otras razas que han sido víctimas de la selección genética, como salchichas, chihuahuas y bulldogs. Las formas para poder sobrellevar estas problemáticas es la detención de dichas prácticas y el correcto cuidado, en base a información profesional, de quienes han sido cambiados físicamente.

Pamela Muñoz Parra
Estudiante de Periodismo UdeC
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