Comportamientos hostiles, malos tratos, personas que se niegan a responder el censo, desprecio, amenazas a la integridad física. Son algunas de las situaciones que los censistas deben enfrentar en su trabajo.

El censo es un procedimiento fundamental para un óptimo y correcto funcionamiento del país, ya que a través de este se obtienen datos demográficos generalizados de los habitantes. Esa información provee mayor claridad y transparencia sobre la situación de los chilenos, por lo que cumple un rol vital en el establecimiento de proyectos gubernamentales y políticas públicas. Asimismo, es como los censistas cuentan con un papel protagónico desempeñado desde marzo hasta junio de 2024. Sin embargo, hay ciertas situaciones sociales que han de entorpecer esta labor; comportamientos y actos humanos que abarcan desde lo meramente desagradable hasta la violencia física.

A continuación, conoceremos lo relatado por tres jóvenes censistas del Gran Concepción. Camila, Cristóbal y Diego, quienes prefirieron mantener su apellido en el anonimato por temas de comodidad. Cabe mencionar que el presente artículo no busca “pintar” al censo como un ejercicio de alto riesgo, sino visibilizar situaciones inadecuadas.

Hostilidad

Una de las barreras que los censistas deben superar es la hostilidad por parte de algunos encuestados. Cristóbal se encontraba censando a un hombre mayor en Villa San San Pedro, quién “no estaba de acuerdo con el censo ni con el gobierno de turno, por lo que comenzó a tratarme mal. Mientras más intentaba explicar la importancia de la encuesta, más propenso era yo a ser tratado de ignorante o a ser llamado un ´comunista manipulado´”.

“Otro día, un caballero que estaba en las afueras de su casa me prohibía el paso tirando baldazos de agua hacia donde debía avanzar para seguir censando, tuve que esperar algunas horas para que el hombre se entrara a su casa y poder seguir haciendo mi trabajo”. A esto, Cristóbal agrega a modo de conclusión que ocurren cosas tanto buenas como malas durante el censo y que “al final todo se reduce a la suerte”.

Camila ha vivido algunas situaciones similares, según ella “algunas veces hay que lidiar, al menos, media hora con personas que te atienden de mala gana, te miran feo, se quejan constantemente, y, en algunos casos, hacen muecas a modo de burla (…) También me ha pasado que la persona deja de responder el cuestionario cuando quiere y procede a echarte de su casa, lo que representa un problema para nosotros ya que tenemos la obligación de regresar a la misma vivienda, excepto en los casos de violencia física y/o sexual”. “También ocurre que hay varias personas desinformadas con ideas erróneas del censo, que se niegan a responder reclamando invasión a la vida privada por parte de los censistas hacia ellos, o que se trata de un procedimiento planeado por el gobierno de Venezuela, entre otras cosas. En esos casos tengo el deber de explicarle a la persona el fin detrás de cada pregunta, aunque no sirve de nada, pues siguen aferrados a su idea”, relata la censista.

Riesgo de asaltos

 Más peligroso fue lo sucedido con Diego, quien para volver a su casa tras haber cumplido una jornada como censista se encontraba esperando micro en el paradero, que, para variar, quedaba a una cuadra de la comisaría de la Villa San Pedro. “Se sentó al lado mío un hombre evidentemente drogado, quien me pidió el celular amenazándome, me dijo ‘pásamelo si no quieres que te haga daño´. Yo accedí, por lo que tras ´hacerme el loco ‘terminé entregando el celular de trabajo en vez del personal, después se fue corriendo”.

Sin embargo, el problema vivido por Diego no terminó ahí, debido a que en el paradero también había otro que atestiguó lo ocurrido, quien se trataba del cómplice del asaltante, por lo que terminó “estirando el chicle” en este inconveniente. Resulta que tras presenciar lo ocurrido, haciéndose pasar como un inocente testigo, comenzó a conversar con la victima fingiendo una actitud de impacto y temor. Sin embargo, el censista relata que “en un punto avanzado del diálogo le comenté que el celular que me habían robado era del trabajo, que además cuenta con un buen sistema GPS. Fue ahí cuando me percaté de que este comenzó a tener un comportamiento nervioso que lo terminó delatando como un cómplice, tras esto le dije que el teléfono que habían robado no les iba a servir de nada y que además sería rastreado por carabineros. Luego me marché, a lo que este sujeto me comenzó a seguir hasta que llegué a la comisaría. Cuando hice la denuncia carabineros no hizo mucho más que seguir el protocolo, a pesar de que pudieron haber ido a buscar al asaltante considerando que el delito había ocurrido a una cuadra. Cuando iba de vuelta a mi casa encontré el celular tirado en la calle y pude recuperarlo”.

INE

Cabe recordar que el INE había anunciado que una de las novedades del Censo 2024, es que ahora se realizaría la encuesta a través de un celular de trabajo otorgado por el sistema, en vez de usar papel como se solía hacer. Lo otro es que ya no es obligatorio tener que entrar al hogar de la persona que va a ser censada. Factor clave para prevenir otros tipos de perjuicios graves como el abuso sexual. 

Experiencias positivas sobre las negativas

Por otro lado, vale la pena mencionar que, a pesar de las negativas abordadas, tanto Cristóbal como Camila recalcan que sus experiencias positivas como censistas destacan mucho más que las negativas, según Camila censar le ha ayudado “en el sentido del contacto que se tiene con la gente, la amabilidad de varias personas y la oportunidad de mejorar mi trato con estas mismas”.