Gimnasio Flex: entrenamiento gatuno al fallo

Bar de lucifer, el gato

No existe ningún otro local en Concepción donde se pueda entrenar rodeado de “gymbros” felinos

El Gimnasio Flex es un establecimiento mítico del fisicoculturismo penquista, lleva más de 30 años siendo un lugar de entrenamiento único en su tipo con un carisma y un carácter que ningún otro gimnasio puede equiparar.

Lucifer es el gato más conocido del local.
Fotografía de autoría propia.

Jorge Vergara, el dueño del establecimiento, siempre ha querido transmitir que el Gimnasio Flex es distinto a cualquier otro, que este tiene su mística propia. Por esto mismo es que el local cuenta con una decoración tan distinta. Pero esta distinción alcanzó un nuevo valor en el momento que se incluyeron los acompañantes gatunos dentro del centro de entrenamiento.

Pasada la pandemia del Covid-19, el gerente del local adoptó a un pequeño gato negro de ojos verde, al cual bautizó como Lucifer. Pese a su nombre basado en el arcángel caído, es un gato bastante dócil, juguetón y cariñoso. Pasado un tiempo, y viendo el gran cariño que se estaba ganando el felino con sus clientes, Jorge decidió traerle una pareja a su compañero felino.

¿Y qué pasó después de eso? Bueno, cuando un gato y una gata se quieren mucho, salen gatitos. Cinco para ser más específicos, cada uno con su nombre y su propia personalidad. A este quinteto peludo se le suman sus dos papás, lo que da una cuenta total de siete gatos dentro de gimnasio. Lugar donde duermen, juegan y acompañan los pesados entrenamientos que tienen los clientes del local.

Acompañantes inusuales

Lo que las personas esperan hallarse dentro de un gimnasio son mancuernas, discos, barras y otros usuarios entrenando. Pero nadie sospecharía encontrarse con estos atípicos acompañantes de entrenamiento. Unos que, en vez de hacer ejercicio, usan la banca del local para tomarse una pequeña siesta mientras disfrutan del cálido sol de la ventana.

Vladimir Vidal, usuario de Gym Flex, contó un poco de su impresión de los gatos del local: “Llevo como tres días acá y es una experiencia súper distinta, nunca había estado en un gimnasio con ningún animal” a lo anterior el joven también agregó que “siento que te alegran el entrenamiento, te hacen sentir más relajado”.

Dentro del establecimiento, es normal encontrarse a estos siete gatos rondando por el lugar, jugando con tapas de botella, durmiendo plácidamente en las máquinas o simplemente observando a los diversos usuarios entrenar, como si de una película se tratase. Pero, como cualquier gato, estos acompañantes se aburrirán eventualmente de solo mirarte y se te lanzarán encima para exigirte la cuota de cariño que les corresponde.

Dora es una de las hijas de Lucifer, es la más sociable y juguetona de la familia gatuna.
Fotografía de autoría propia.

Pero la presencia de Lucifer y su familia tiene más incidencia dentro del entrenamiento de lo que se puede creer en un principio. Tal como cuenta su experiencia Juan Pablo Sierra, usuario del gimnasio y amante de los michis: “De repente estas entrenando y como que los gatos te quedan mirando, y sientes que te están como alentando”. Situación que es esperable, ¿no son los gatos el público perfecto? No te critican, no son ruidosos y en el peor de los casos simplemente se quedarán tranquilamente dormidos en donde están.

Puede que haya un detractor a la hora de juzgar a estos felinos como la audiencia idónea. Este es estos tienen la mala y tierna costumbre de recostarse en la maquina que estas a punto de utilizar. Tal como cuenta Maximiliano Alavi, joven usuario del gimnasio, “Hay veces que tengo que esperar porque justo se acuestan donde quiero usar, pero son tan lindos que uno los perdona”.

Gatos, identidad propia del gimnasio

Los siete felinos del gimnasio superaron las barreras físicas del recinto y se terminaron por convertir en una de las cosas más representativas del lugar de entrenamiento. Ya no se puede entender el Gimnasio Flex sin sus gatos, ellos son parte de su magia y encanto.

Pero el que se lleva la medalla como el más icónico es Lucifer, el primer gato del lugar y el patriarca de la familia felina. Este cuenta con múltiples carteles a lo largo de todo el establecimiento, donde les recuerda a los beneficiarios que él no es una mascota, sino el patrón del local. A estos se le suma su “bar”, el cual es donde se guardan las bebidas energéticas y los batidos de proteína, que están a la venta dentro del gimnasio.

Este es Gym Flex, un establecimiento único en su tipo. Un lugar donde amantes del deporte y de los michis pueden disfrutar de sus dos aficiones al mismo tiempo. En este local los gatos son más que mascotas, son parte fundamental de la identidad del recinto.

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