Bajo la influencia temprana de su madre en el mundo del arte, Jean-Michel Basquiat se convirtió en un referente de la lucha racial y, según BBC News Mundo, en el artista negro más reconocido y cotizado de la historia.

De ascendencia haitiana-puertorriqueña, tuvo como principal inspiración a Matilda Andrades, su progenitora. Fue atropellado por un vehículo alrededor de los nueve años. En consecuencia, tuvieron que hospitalizarlo debido a las múltiples fracturas ocasionadas por el incidente. Fue en ese preciso momento donde su madre le regaló un libro, Anatomía de Gray, el cual lo motivó a trazar varios diseños y lo ayudó en un futuro en cada uno de sus cuadros de carácter anatómico.

La conducta y personalidad del artista hicieron que a la edad de 17 años fuera expulsado de la escuela City-As-School. A raíz de esto, salió a llenar de colores, poemas y grafitis las calles de distintos barrios de Brooklyn, en Nueva York. Ahora bien, actualmente es conocido como un pintor conceptual, destacado por el amplio rango de referentes en sus trabajos.

Junto a su amigo y excompañero Al Díaz, crearon diversas obras al aire libre bajo el apodo “SAMO” (Same Old Shit). Sin embargo, de acuerdo con Alejandra de Argos, revista digital enfocada en cultura, “viendo la repercusión mediática de sus intervenciones, el creador decide ponerles fin con un conjunto de creaciones en las que aparecía la inscripción SAMO is dead”. Es entonces cuando decide trasladar su arte de las calles a una serie de lienzos.

El legado permanente de un éxito temprano

Basquiat logró ser reconocido ampliamente a nivel neoyorquino. Sus pinturas, llenas de anatomía y música, alcanzaron un amplio público. Bajo el estilo neo-expresionista, el artista representó constantemente la lucha de la comunidad negra, basándose en la historia y sus experiencias personales. Según información publicada en el sitio masdearte.com, estos hombres que ilustraba parecían listos para combatir y decididos a resistir. Además, añade que algunas de las figuras que representaba “aluden a las estrellas afroamericanas del deporte”.

Cada uno de sus trabajos destacan por la utilización de distintas técnicas, mezclando un poco del grafiti con el garabateo, colores vivos y potentes mensajes. De esta forma, Jean, alrededor de los 20 años, hizo que una gran multitud de personas se interesaran en sus obras. El éxito no tardó en llegar. Colaboró con influyentes autores, como Tony Shafrazi, Bruno Bischofberguer y Larry Gagosian, entre otros. Así, consiguió destacarse en un mundo donde no era bienvenido, a pesar del racismo y discriminación, temas que se han mantenido vigentes hasta la actualidad.

Posterior a varios intentos por superar y rehabilitarse de la adicción a las drogas, Jean-Michel Basquiat falleció a la edad de 27 a causa de una sobredosis. Su legado continúa en el presente, pues muchas de sus piezas siguen siendo material de estudio y admiración de parte de investigadores y coleccionistas. Además, la capacidad para abordar temáticas de injusticia social, cultural y política por medio de un lienzo hizo que dejara una huella permanente en la historia del arte. Su relato de vida no ha pasado inadvertido y su arte mantiene intacto el recuerdo de una persona que luchó por la igualdad y resistencia de quienes han sido marginados.