Como los ciclos rápidos de viralización moldean nuestra cultura.

Es impresionante como las tendencias se vuelven virales a una gran velocidad, pero se desvanecen igual o aún más rápido. Esto generado gracias a la digitalización, que ayuda a la difusión de contenidos a través de redes sociales, como en el caso de TikTok.

TikTok sin duda alguna se ha ganado la popularidad por su contenido corto pero atractivo, convirtiéndose en una de las aplicaciones más adictivas. Esta característica efímera de las tendencias es evidente en el ámbito de la moda. Estilos y prendas se popularizan de manera exponencial y luego desaparecen casi tan rápido como surgieron, como coquette.

Esto no solo sucede en la moda. También se observa en memes, humor y música. La sobreexposición y la repetición constante de un contenido pueden llevar a que se «queme», es decir, a la pérdida de su valor original.

En la música, este fenómeno puede ser una ventaja para algunos artistas, permitiéndoles alcanzar una gran fama, incluso algunos de ellos con solo una canción. Un caso reciente es el de YG Marley, nieto de Bob Marley, quien hace menos de dos meses se hizo viral con su primer sencillo «Praise Jah In The Moonlight».

La velocidad con la que estas preferencias suben y bajan refleja tanto los aspectos positivos como los negativos de esta era digital. La capacidad de alcanzar audiencias masivas en poco tiempo ofrece oportunidades sin precedentes para creadores de contenido y artistas. Pero a su vez, la fugacidad de estas modas plantea preguntas sobre la profundidad y la durabilidad del impacto cultural en nuestra sociedad.

La era de las tendencias efímeras y virales nos enfrenta a un constante juego de relevancia y olvido, donde el contenido debe luchar por mantenerse fresco y atractivo en un mar de novedades constantes. Esta dinámica, impulsada por plataformas como TikTok, seguirá moldeando nuestra cultura y comportamiento social en los años que vienen.

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