Mannaz: el camino espiritual y musical de Matías Espinosa

Ha desarrollado su carrera viajando entre Chile y Argentina, hecho que le ha permitido entablar lazos artísticos entre ambos países.

Matías Espinosa se dedica a la música casi a tiempo completo. Se podría decir que sus estilos son el reggae y el dancehall, pero eso sería un error. También que sus letras te llegan al alma y su ritmo es bailable, pero eso es quedarse corto. Entonces, ¿quién es Mannaz? La respuesta se obtuvo en un café en el centro de Concepción, en donde la lluvia contaminaba el audio de la entrevista y el frío acompañaba a cada historia relatada.

Comenzando a conocer la música

A sus 14 años acostumbraba a descargar canciones utilizando Ares, un programa para computador de la primera década del siglo XXI. No era una forma segura de hacerlo debido a los virus informáticos, pero esto permitió que por accidente bajara la instrumental de una pista de merengue que no tenía la voz del cantante. Él la almacenó en su MP3 para posteriormente oírla en su trayecto a clases. “Yo me iba escuchando para el colegio esto y decía, le hace falta algo”, relató el artista.

Con la ausencia de este elemento lírico, Matías Espinosa comenzó a improvisar versos y a escribir una letra que acompañara a esta solitaria pieza musical. Fue en aquella instancia en que creó su primera composición artística. Tanto su hermano como sus amigos pudieron escucharla y con palabras de ánimo lo motivaron a que continuara por este camino.

Entre los 17 años comienza a mezclar reguetón con rap, este proyecto lo lleva a cabo junto a un amigo formando un dúo que se separa tiempo después. A los 19 años aprende a tocar guitarra con sus primos. El estilo que desarrolló en sus primeros rasgueos con el instrumento fue el reggae. De esta manera encontró un género que le permitía expresar un mensaje más personal, algo que no podía lograr con su aspiración anterior. “Me salió de forma natural y empecé a escribir mis canciones de esa forma”, afirmó el entrevistado.

Haciendo vida en Argentina

Cortesía de Matías Espinosa.
Cortesía de Matías Espinosa.

Ya con 20 años decide abandonar la carrera de Ingeniería Comercial para viajar a Argentina y estudiar Medicina. Su decisión fue motivada porque la educación superior era gratuita en ese país y estaba desencantado con el pregrado que estaba cursando. Aquel protagonista perseguía el sueño de poder ayudar a otras personas. Pero con el tiempo comenzó a escuchar a su audiencia, una que aclamaba su potencial artístico y le recordaba su tiempo como músico.

“Llegó un momento en donde las mismas personas se encargan de mostrarte lo artista que eres. Porque a veces uno no se cree el cuento hasta que ves lo que causa tu arte en el otro”, contó Mannaz. Después de año y medio deja de estudiar Medicina y retorna a su pasión creativa. Entonces encuentra otra forma de involucrarse en esta escena rítmica y melódica, la cual sería como ingeniero de sonido y productor musical.

Matías reconoce que esos años en los que estudió Medicina le hicieron darse cuenta de que no puede vivir sin la música. Comenta que componer puede convertirse fácilmente en una adicción. “Tú paras de hacer música y lo sientes altoque, corporalmente, mentalmente, emocionalmente. Es porque ya lo haces parte de ti”, aseguró con emoción. Llegó gente a su vida que le hicieron ver que podía sanar a las personas, no necesariamente desde la Medicina, sino que a través de sus palabras. 

De vuelta a la escena musical

Cortesía de Matías Espinosa.
Cortesía de Matías Espinosa. Portada del álbum Consciencia lanzado en 2019.

Más adelante, entrado en su pasión y abriéndose paso en la escena musical argentina, comienza a dar pasos para consolidar su nueva faceta creativa. En 2019 y bajo el nombre de Mannaz, lanza su primer álbum llamado Consciencia. Le tomó cerca de doce meses componer, grabar y producir este disco. Durante el transcurso del proyecto trabajó con músicos de sesión, quienes brindaron una identidad clásica a cada pista.

Por otro lado, a partir de aquella colaboración Matías Espinosa conoció al baterista de la banda de reggae argentino Sinsemilla. Este hecho permitió que, tanto el solista emergente como esta agrupación, pudieran entablar una relación artística. Ellos buscaban un nuevo cantante y durante un ensayo al que Mannaz asistió como espectador se le dio la oportunidad de improvisar junto al grupo. Días después del hecho lo llaman para ofrecerle el puesto de vocalista. 

El entrevistado aceptó unirse a la banda argentina. Pero, por otro lado, había duda en tomar la decisión debido a que estaba enfocado en su carrera como solista. “Quería desligarme de la necesidad de depender de tanta gente, para yo poder armar lo mío”, señaló el artista. Pero en el 2020 llega la pandemia y la participación de algunos miembros disminuyó debido a que por su edad eran población de riesgo. Entonces Mannaz termina volviendo a su proyecto en solitario por la baja participación de sus compañeros. 

Una conexión artística con lo espiritual

Cortesía de Matías Espinosa.
Cortesía de Matías Espinosa.

El origen del nombre Mannaz, viene desde el kin maya de Matías, símbolo que representa, desde la astrología y astronomía que caracteriza a la cultura, según tu fecha de nacimiento, el camino y las enseñanzas que vienes a aprender en esta vida. Este también sintetiza aspectos de tu comportamiento, motivaciones, fortalezas y debilidades. Es así como cuenta que a sus 21 años, lee por primera vez su kin maya,  el cual lo deja sorprendido. Dentro de toda la información que encontró, había una runa nórdica que lo representaba, que se llamaba, precisamente, Mannaz. Esta señala, según el artista, que todos tenemos que remar al mismo lado para poder lograr nuestros propósitos. Mannaz junta a las personas y hace que todas vayan en una misma sintonía y energía. Ese poder de unión, le hizo mucho sentido con su identidad. 

Le preguntamos sobre la espiritualidad que lo caracteriza y está presente en sus canciones. El artista relató, con cierta timidez, que su abuela era médium, cosa que él supo recién cuando tenía 19 años. Esto lo impactó e hizo que entendiera muchas cosas sobre sí mismo. Nos cuenta que desde que era muy pequeño, alrededor de los seis años, él tenía ciertas visiones y sensaciones de seres que no entendía muy bien de dónde venían. Tenía manifestaciones físicas de la presencia de ellos, lo cual al principio le causaba miedo y no sabía cómo comunicarlo a los demás, porque es bastante difícil que la gente crea en este tipo de cosas.

Cuenta que con el paso de los años aprendió a controlarlo y a alejarse de esas energías, asegurando que todos somos capaces de hacerlo, a través de nuestra mente y nuestras convicciones. “Si nosotros estamos en este plano físico, y hay seres por ahí que no están en esta misma sintonía que nosotros, entonces nosotros tenemos control de este espacio”, comentó. 

Retrospectiva sobre su camino

Cortesía de Matías Espinosa.
Cortesía de Matías Espinosa.

También cuenta que gracias a la música y sus experiencias, ha logrado que la gente a su alrededor comience a entender y conectar más con ese lado espiritual, empezó a ser tomado más en serio por quienes lo rodeaban porque lograban ver en él y su mensaje algo real. Es así como quienes escuchan sus canciones también sienten esa conexión y le agradecen la visión de sus letras. Asegura que las personas que tienen esa disposición sin conocerlo, de creer en lo que dice, se convencen aún más cuando lo ven en un escenario, interpretando su mensaje y transmitiéndolo a su audiencia. 

El comienzo de todo artista, según Mannaz, parte desde quienes son tus familiares o amigos. Este apoyo impulsa y lleva al artista a estar en una ciudad cualquiera, con gente que no conoce, que le gustan sus canciones. De esta forma, cuando ha tenido la oportunidad de presentarse en ciudades como Santiago, Matías encuentra siempre a alguien que le agradece por su música, lo cual para él es inesperado y se siente muy agradecido de tener la oportunidad de generar esto en la gente.

En cuanto a sus referencias, Matías señala que él saca inspiración de toda la música que escucha, no según algún artista específico. Sin embargo, menciona a Joe Vasconcellos y Mc Browen, a quienes se refiere como sus principales referentes chilenos. Asimismo, señaló que tiene la meta de colaborar con el primero de ellos.  “La música me ha enseñado que uno tiene que trabajar y nunca parar de trabajar por eso, y que las cosas sucedan o no, lo decide el camino”, aseguró el artista. 

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