La serie de drama irlandesa se estrenó en el año 2020 a través del canal de televisión BBC Three y la plataforma de “streaming” Hulu. La historia está basada en el libro del mismo nombre de la autora Sally Rooney.

Normal People nos relata el romance entre Marianne Sheridan y Connell Waldron, una relación que se sumerge en la intimidad más profunda y compleja que se pueda experimentar. La chica es considerada un “bicho raro” por sus compañeros de secundaria, pero es abnegada al mismo tiempo. Mientras que él es un aficionado del deporte y con un círculo de amigos reconocidos en la escuela. 

La inseguridad y vulnerabilidad de la joven se funde con la ansiedad y timidez del chico. El reconocimiento de uno mismo logra perderte en el mundo interior de los protagonistas. Por momentos eres Marianne y por otros Connell, o los dos a la vez. La complicidad entre ambos se evidencia en una respiración compartida, un silencio cómodo o un cruce de miradas. 

Es el tránsito de la adolescencia a la adultez el que logra capturarte antes de que te percates, conmoviéndote con cada sentimiento. Te convierte en espectador de una relación que pareciese estar destinada a la privacidad. Las muestras de afecto pertenecen al interior de una habitación, pero difícilmente observadas por los demás.

En los episodios se muestra el verdadero rostro de la salud mental en medio de un romance incapaz de dejarse de querer. Por otro lado, visibiliza la ansiedad, la angustia y la depresión en las relaciones de pareja.

Los paisajes fotográficos de la serie apelan a la intimidad de los mismos, permitiéndote entrar en la cotidianidad de los personajes. La simplicidad de la habitación de Connell, el departamento de Marianne o la villa en Roma se vuelven profundos junto a la narrativa. Recuerdas la sensación de cada uno de estos lugares, en los cuales ocurren acontecimientos que les pertenecen únicamente a ellos, sin compartirse entre sí. 

Al leer el título de la serie puede que no logres hacerte una idea de qué va. Sin embargo, es un viaje de romance y suspicacia, en donde la salud mental pareciese ser el personaje incidental, cuando en realidad es el protagonista.

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