Encontrar una buena lectura hoy es una tarea sencilla, ya sea por entretenimiento o estudio hay múltiples opciones para que el lector acceda al libro. Bibliotecas públicas, librerías, libros electrónicos e incluso audiolibros, son de las distintas formas de acceso a una buena historia. Aunque no siempre fue así de fácil para todos.

Los seres humanos desarrollaron la escritura y la lectura desde siglos antes de Cristo. pero no quiere decir que siempre haya sido parte de la normalidad y educación. Por el contrario, en su origen solo personas privilegiadas podían acceder al conocimiento y aprendizaje.

La lectura en la antigüedad:

La escritura y el registro del conocimiento se remonta a los comienzos mismos de la civilización, las tablillas de arcilla en la antigua Mesopotamia, pasando por los papiros egipcios. Estas culturas tienen en común que la redacción y manejo de la información estaban en manos del estado. En el caso del antiguo Egipto se crearon los jeroglíficos buscando “que la sociedad conociera más sobre sus bienes. Es decir, pretendían informar sobre la cantidad de los bienes, su destino, su procedencia y sobre quiénes eran las personas a cargo de ellos” según registró National Geographic.

Los soportes de la escritura hicieron un largo viaje para llegar al formato actual. El portal Comunidad Baratz describe que el códice medieval fue creado después de que la cultura árabe llevó el papel a Europa alrededor del año 1 100. Así empezó a utilizarse la silueta rectangular del libro conocida hasta hoy. Agregado a aquello los niveles de alfabetización eran sumamente bajos limitando más el acceso a la lectura.

Además, la religión y monarquías tenían el poder absoluto sobre qué y cómo se escribía. “El feudalismo otorgaba el papel de reproducción y difusión de conocimientos a la iglesia católica”. Institución que además tenía el poder editorial sobre qué hablar o dejar que se olvidara según relató la Universidad de Valencia, en su página web.

Grandes pasos:

Distintos avances cambiaron la historia de la lectura en el mundo. Uno de los principales fue la invención de la imprenta de tipos móviles de Gutenberg. Aquel artefacto reemplazó el proceso impresión anterior, la xilografía. La Universidad Complutense de Madrid explicó que dicha técnica consistía en “que el texto o la imagen se talla a mano con una gubia o buril en la madera. Después, se impregna con tinta el taco y presionando contra un soporte (normalmente papel o tela) se obtiene la impresión del relieve”. La imprenta de tipos móviles no solo agilizó el proceso de producción de libros previo, si no que lo hizo más barato. Estos cambios permitieron que más personas pudieran acceder a algún tomo.

Por otra parte, el avance en los procesos de alfabetización alrededor del mundo fue cruciales y en cuanto más se acercaba la época contemporánea el porcentaje de analfabetismo bajada. Libros más baratos y más personas que pudieran leerlos fueron avances fundamentales para que la lectura llegara a gran cantidad de la población.