Atención de Salud Mental en Centros de Salud Pública

Integridad, transición de profesionales y perspectivas del paciente.

En los centros de salud pública, la atención de salud mental destaca por su servicio y respeto hacia los pacientes. José Garrido, psicólogo de la Universidad de Concepción, comentó al respecto: “El Plan de Salud Mental 2017-2025 estableció los pilares fundamentales que sustentan cómo atender al paciente y qué procesos llevar a cabo o fomentar. Y cito: ‘El tratamiento de los trastornos mentales, y para la rehabilitación e inclusión sociocomunitaria deben promover, fomentar y fortalecer el desarrollo de la libertad de escoger y de actuar, aumentando la autoridad y el poder de los y las habitantes sobre los recursos y las decisiones que afectan su vida. Atención orientada no solo al alivio de síntomas, sino a la recuperación, en la que la persona tenga oportunidades de vivir una vida significativa, satisfactoria y con propósito, así como de ser un miembro valioso de la comunidad’”.

Banner plan de acción de salud mental extraido del sitio web oficial del Minsal.

Cambios de profesionales en la atención psicológica

Cáterin Romero, psicóloga clínica en el Centro de Salud Municipal (CESFAM) O’Higgins, comentó sobre el caso particular de los pacientes que llevan un largo proceso de psicoterapia con un profesional y este deja el caso por algún motivo: «Informamos a los pacientes sobre el nuevo profesional que asumiría sus casos, les asignamos horas y les proporcionamos un espacio de transición para que se sientan cómodos con el cambio».

Una de las características destacadas del programa es la evaluación de la ideación suicida, que revisamos nuevamente tras la sustitución del profesional. «En la primera sesión siempre evaluamos la ideación suicida utilizando una escala indicada por el Minsal», explicó la psicóloga, quien además agregó: «Dependiendo del resultado, derivamos al paciente a atención secundaria, como la urgencia psiquiátrica del Hospital Regional, o lo mantenemos bajo vigilancia en el centro de salud primaria».

Fotografía extraída del sitio oficial del diarioconcepción.

Desde del paciente

Para profundizar desde ambas perspectivas de la psicoterapia, es esencial conocer la percepción de quien recibe el tratamiento. En este caso, la paciente con quien conversamos solicitó protección de la fuente, por lo que en su testimonio será llamada “Fernanda Soto”.

En palabras de Fernanda, su experiencia con la psicoterapia en salud pública estuvo marcada por una sensación de incomodidad frente al profesional que la asistía. “Cuando tomé la decisión de pedir ayuda y comenzar con psicoterapia, acudí a la psicóloga que estaba disponible en el centro de salud donde suelo atenderme. Sin embargo, no me sentía cómoda en las sesiones”, declaró la paciente.

Fernanda estuvo alrededor de tres meses en consultas semanales en atención pública y destacó la importancia del comfort en su proceso de sanación: “En estos espacios, me estoy especialmente vulnerable, por lo que mi objetivo es estar tranquila para poder mejorar”. “La segunda profesional que me atendió, y que actualmente me sigue acompañando en este proceso de sanación, ha cumplido con todas mis expectativas. A lo largo de un año, me ha brindado las herramientas para que pueda gestionar mis emociones de una manera saludable, sin reprimirlas, y también me ha permitido conocerme a mí misma”.

Procesos en la admisión de salud pública

Seguimos un lineamiento estricto para el ingreso de los pacientes al programa de salud mental pública. «En nuestro programa, evaluamos inicialmente las necesidades y la sintomatología de los pacientes con un médico, quien determina si es necesario derivar al paciente a psicoterapia o a tratamiento farmacológico», señaló Cáterin. Este enfoque interdisciplinario involucra a tres médicos, un trabajador social y un psicólogo, asegurando que evaluamos cada caso desde múltiples perspectivas.

El seguimiento de estos pacientes es igualmente riguroso. «Si un paciente presenta ideación suicida moderada y no acude a la siguiente sesión, nos comunicamos con él para entender qué ha ocurrido y asegurar su bienestar», afirmó Romero.

En cuanto al rango etario de los pacientes atendidos, la psicóloga comentó que es difícil determinar tendencias precisas debido a la variedad de casos. «Atendemos a todos, desde niños de seis años hasta adultos mayores de 75 años. Sin embargo, la mayoría de los pacientes que vemos tienen entre 25 y 50 años», indicó.

Contrario a lo que se podría pensar, según Cáterin: “La reticencia por parte de los pacientes hacia el servicio de salud mental pública no es común en este centro. Los pacientes llegan queriendo tomar el proceso terapéutico. Aunque en algunos casos, como en el programa de salud cardiovascular, pueden ser derivados por un control médico, la mayoría busca ingresar voluntariamente al programa de salud mental”.

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