Vitivinicultura: de la cepa a la copa

El proceso del vino es tan valioso y detallista que muchos lo consideran un arte. Para lograr una sola botella de vino el camino es largo y cuidadoso. Mundialmente la vitivinicultura tiene productos que destacan, no solo por el producto final, sino que por todas las cualidades del proceso, las características de cada región y el proceso de producción. 

El arte del vino

La importancia del lugar en que se realiza y procesa el vino es por las necesidades y cuidados que requiere la uva en su crecimiento para ser de la calidad correspondiente.

Si bien el proceso en general es el mismo para todos los vinos, hay detalles que hacen la diferencia en la calidad y selección. 

Clima y condiciones

El ciclo de cultivo de la uva es de un año, dentro de él claramente el clima es pieza fundamental. Para cada variedad de uva se requiere un terreno que cumpla las condiciones para un buen producto. Se trata de la profundidad en la tierra, las incidencias atmosféricas, la refrigeración del invernadero. 

Selección del tipo de uva

La prioridad al seleccionar un tipo de uva es conocer o estudiar el suelo y las condiciones climáticas del lugar en el que se realizará todo el proceso. Una mala selección puede generar grandes pérdidas. Respecto al terreno, es un hecho que los viñedos se desarrollan de mejor forma en pendientes. También, como regla general el terreno ideal tiene dos características importantes: Suelo profundo y no demasiado compacto.

Cuidados a considerar en el ciclo

Una vez sembrada la semilla, durante el año que dura su ciclo hay que mantener el proceso de elaboración al día para conseguir el objetivo deseado. Es importante controlar el crecimiento del viñedo con podas, vigilando la fructificación de la planta. La forma que se va controlando dependerá del tipo de semilla, por ejemplo, para tintos y blancos es distinto.

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