La falta de identidad de las nuevas canciones y grupos de k-pop es una creciente preocupación para los oyentes del género.

El término k-pop se traduce a pop coreano, este género tiene un sonido particular al resto de la música y es justamente eso lo que lo diferenciaba. En los últimos años se ha popularizado bastante con el ascenso de BTS o Blackpink a la fama fuera de Asia, lo que trajo muchos oyentes de otras partes.

Esto provocó que el k-pop entrara al mercado de occidente y empezara a mimetizarse con los artistas de este lado del mundo. Los grupos coreanos tuvieron que empezar a usar otras técnicas para atraer a este nuevo público, que en realidad son en su mayoría los estadounidenses.

Adaptarse a los nuevos tiempos siempre es necesario, pero ¿vale la pena si pierdes tu esencia y lo que te hizo famoso? Ese es mi gran problema con este fenómeno, el k-pop ya no suena como antes, es igual que todo el resto de música comercial.

Sé que no es bueno generalizar porque aún existen grupos que tienen una propuesta innovadora y un sonido particular, pero no es lo mismo que antes. El pop coreano siempre ha sacado inspiración en el hip hop, rap y la moda del momento, por lo que no es sorpresa.

Inspirarse en otros artistas no es digno de castigo, pero todos suenan igual, es cosa de que exista una nueva tendencia y la música empezará a sonar así. Quizás lo que si es reprochable es como a veces copian descaradamente a creadores sin dar créditos después o decir que se inspiraron en eso.

Está pasando mucho con una cantante sudafricana llamada Tyla que se hizo bastante popular por su sonido inspirado en los afrobeats. Después de que se hizo famosa los grupos empezaron a copiar su sonido con la premisa de que es algo original, pero todos suenan igual.

Extraño el k-pop antiguo, cuando aún tenia su propia identidad, quizás solo tengo que adaptarme a los nuevos tiempos igual como ellos lo hicieron. Aceptar que no volverá a sonar como cuando recién conocí el género.

Escrito por Sofía Cifuentes

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