Aguante y amargura, palabras que cobran fuerza al momento de crecer y transformarse en un adulto, en alguien que antepone el cumplimiento de deberes y obligaciones por encima del disfrute personal. 

Como dice la famosa canción “I want to be forever young” de la banda Alphaville, deseamos mantenernos jóvenes a través del tiempo, sin las complejidades y rutinas de la vida adulta. Sin embargo, crecer es algo que no podemos evitar, ¿o sí?

Veronika decide morir es un libro del novelista brasileño Paulo Coelho. En el escrito se aborda la historia de una joven de 24 años, como dicen los más adultos, alguien llena de vitalidad. Una mujer con empleo, hogar, familia amorosa, pero aun así, siente que no es feliz. Enardecida por este pensamiento y la intrascendencia de la vida al paso del tiempo, toma la decisión de atentar contra su existencia por medio de frascos de pastillas. A pesar de aquello, despierta en un centro psiquiátrico, lugar en el que los doctores explican que su corazón se encuentra con daños severos y a raíz del acto suicida, está a una semana de su fin.

Al momento de comprender que sus días están contados, Veronika comienza a tener conciencia de su propia vida. Observa su conducta, emociones reprimidas, pensamientos y ciertas decisiones que optó por comodidad hacia sus padres.

El libre albedrío es un tema que se toca bastante dentro del texto de forma implícita. En el centro de salud mental nadie es juzgado por lo que hace o dice, pues ya son considerados locos. Sin embargo, en la sociedad es común que las personas se oculten entre sus vidas rutinarias. La intensidad de las emociones que vivimos, nuestros pensamientos y deseos más profundos los reprimimos por temor a los prejuicios.

El libro invita a realizar un viaje introspectivo, que busquemos todas las versiones de nosotros que se encuentran ocultas o en vista de todos. Abracemos con cariño nuestro ser y por más cliché que suene, cada día es una nueva oportunidad para vivir o rendirse, la elección depende de ustedes.

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