Una vida marcada por el deporte y los sueños. Santiaguino de nacimiento, pero penquista por adopción. Esta es la travesía de un periodista que, con disciplina, perseverancia y resiliencia, construyó una imagen destacada en la región.

Carlos Ignacio Campos Agurto nació en San Bernardo en 1992. Hijo de padre ingeniero y madre secretaria. Ha dedicado más de 10 años de su vida al periodismo deportivo en la región del Biobío. Actualmente, impulsa el área deportiva de Sabes.cl y corresponsal de Liga 2D. Para llegar hasta la cima, trabajó basándose en el profesionalismo, pero sin dejar de lado sus gustos.

El comienzo del viaje

A los 18 años, Carlos tomó la decisión de comenzar una nueva vida lejos de la capital para emprender rumbo hacia Concepción. “Podría inventar mil cosas, pero básicamente fui porque no quedé en las primeras universidades de Santiago. Quedé en lista de espera. La profesora guía que tenía en el colegio donde yo estudié me dijo: ‘En la Universidad de Concepción vas a quedar, vete para allá’”, señaló el reportero.

El periodista admitió que no conocía la ciudad. “Lo más que recorrí fue Chillán, cuando era niño, y ya era lejos”. Sin embargo, la distancia no iba a ser un impedimento para cumplir su sueño. Campos suele ser una persona que medita mucho sus acciones, pero en esta ocasión, la determinación estaba tomada. “Me pongo en el escenario positivo, negativo y siento que una decisión tan importante como venirme de Santiago a Concepción a estudiar, no sé si lo pensé tanto”.

El apego familiar siempre fue algo que Carlos tuvo presente a la hora de empezar su nueva travesía. Por esa razón, no fue fácil alejarse de sus seres queridos. “Mi mamá no creía que yo me iba a venir. Hasta el último momento, cuando estaba con mi papá saliendo de la casa en el auto, mi mamá me pedía por favor que no me fuera a Concepción. Me decía: ‘Hijo, yo le pago acá cualquier universidad, pero no se vaya’. Siento que fue una decisión que tomé de forma un poco arrebatada”.

Donde nace una pasión 

La cobertura televisiva durante la Copa del Mundo de Sudáfrica en 2010 despertó un gran interés de Carlos por el periodismo deportivo, dejando en claro lo que quería para su futuro. “Cuando veía los partidos de Chile, me preguntaba cómo podía ser que hubiera gente a la que le pagan por estar allá, por ir al estadio, por estar reporteando los entrenamientos”, comentó.

Su pasión por los deportes y el rol de informar siempre fue lo que Carlos se impuso como meta durante su etapa universitaria. “Yo siempre fui fanático del deporte, de ver los partidos, de escucharlos, de leer revistas. Siempre fui bien obsesionado en ese sentido. Pero fui bien persistente en cuanto a la cobertura. En 2011, cuando me presenté, dije que quería ser periodista deportivo, voy por ahí y ese mismo año empecé a trabajar de inmediato”.

La insistencia y el deseo de crecer fueron pilares fundamentales para el desarrollo profesional de Campos. “Recuerdo que me iba con unos amigos al colegio y me contaban cosas. Me preguntaban, por ejemplo, ‘¿supiste que en Colo Colo pasó esto?’, Y yo respondía, ‘sí, lo vi anoche’, porque escuchaba, leía y buscaba información”, mencionó.

En su primer año de universidad, Carlos se introdujo en el mundo de las comunicaciones con su primera aventura periodística en Radio Llacolén. “Recuerdo que me escribió alguien por Twitter. Me preguntó si tenía experiencia porque él se iba a Santiago y quería dejar una persona en la radio.  Yo le mentí, le dije que había trabajado por aquí y por allá. Mentira, nunca fue. Pero así empecé. Así entré. Siento que tener el foco claro desde que entré a la sala es lo que me ha llevado a conseguir mis sueños”.

Una trayectoria multifuncional

En el verano de 2011, el periodista comenzó su camino en Radio Llacolén, donde su gran aliado fue la paciencia. “Recuerdo que harta gente me hacía bullying, pero en buena, soy bien de hacer bromas, es raro que me enoje por algún chiste. Me decían que esa radio no la escuchaba nadie, y yo decía: ‘Alguien la tiene que estar escuchando, aunque sea una persona. Y si no, no importa, aquí aprovecho para pulirme y para equivocarme’”, señaló entre risas.

Luego, dio un gran salto para ser parte del programa Deportemanía de Radio Femenina, lugar donde estuvo hasta el 2016. Un espacio que Carlos Campos recuerda con mucho cariño y del cual se llevó los mejores aprendizajes. “Para mí fue la base. Ya ir al estadio era soñado. Ver cualquier partido, ir allá y transmitir un encuentro, me sentía como en Fox Sports. Al principio cometes un montón de errores. Te trabas, titubeas, te pasa de todo. Es puro nerviosismo que te da la práctica, después ya te vas soltando”.

Gracias a las instancias prácticas de Periodismo UdeC, Carlos tuvo su primer acercamiento al Diario Concepción. En un comienzo, relató que “surgió la posibilidad de hacer un reemplazo un fin de semana”. Dedicó sus primeras pautas de prensa para cubrir deportes poco tradicionales como el rugby y la equitación. Su gran desempeño le permitió quedarse indefinidamente en el medio de comunicación. “A fines de 2017, me ofrecen contrato porque un compañero que estaba ahí se fue a Santiago y digamos que el que venía era yo”, confesó.

En su estadía en Diario Concepción, el reportero contó que realizó varias corresponsalías para medios nacionales en la región del Biobío, continuando con los formatos de radio y prensa que había desarrollado hasta entonces. Sin embargo, en febrero de 2024, Carlos Campos recibió un inesperado llamado. “Me contactaron a mediodía para ver si podía urgentemente salvar a un colega que tuvo traspié y no iba a poder estar en la transmisión de Zapping. Era un partido de Deportes Concepción con más de ocho mil personas. Yo dije: ‘Voy’. No la pensé mucho. No tengo experiencia en tele, no me gusta, pero dije: ‘Voy, démosle’”, comentó con su característica actitud.

Un reconocimiento único y el sueño por cumplir

La disciplina siempre fue una de las virtudes del comunicador. El 9 de diciembre de 2021, cuando aún trabajaba en Diario Concepción, se enteró de que el Círculo de Periodistas Deportivos lo había premiado como el Mejor Periodista de Regiones. “Yo no sabía nada. No sabía que estaba en una terna, en una lista, no tenía idea de nada. Recuerdo que estaba apurado ese día terminando el turno”. El periodista comentó que, al revisar sus redes sociales, se percató de la noticia, quedando prácticamente sin palabras. “No recuerdo como reaccioné, no sé si me puse helado, si me dio un escalofrío, pero dije: ‘No creo que haya otro Carlos Campos en el Diario Concepción, soy yo’”.

El periodista describió el momento como algo único. “No sé si voy a sentir alguna sensación así en la vida. Sé que voy a estar feliz por un millón de cosas más, pero esa sensación de que te premien por algo en lo que has dedicado un montón de tiempo es impagable”. En ese instante, Carlos mencionó que se sintió como “cuando un deportista sale campeón”. Durante aquella jornada, recibió muchos mensajes y llamados telefónicos en muestra de apoyo y gratitud por reconocimiento obtenido.

Sin embargo, aún mantiene un deseo que ha anhelado desde su entrada a la universidad. “Cubro un mundial y me vuelvo loco. Es el gran sueño que tengo en la vida. He estado presente en casi todos los torneos, estuve en Brasil con la Copa América, en Argentina con la Copa Libertadores, pero me falta el Mundial”. Ninguna de las aspiraciones del periodista habría sido posible sin disciplina, esfuerzo y sacrificio. Para Carlos Campos Agurto, ser ambicioso, ponerse metas, no conformarse, seguir aprendiendo y no esperar a que lleguen las cosas son los pilares para el crecimiento profesional.

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