De acuerdo a los presupuestos logísticos, son cerca de 15 000 millones de dólares los que necesita el país para acoger la instancia deportiva más importante del mundo.

La realización de los Juegos Panamericanos en 2023 generó un tremendo impacto en el país. La gestión deportiva y la inversión en infraestructura fueron los puntos claves para demostrar la capacidad organizativa de Chile. Ante el éxito de la cita continental, surgió la idea de recibir los Juegos Olímpicos en 2036. De hecho, el mismo presidente Boric anunció que se iniciarán las diligencias correspondientes para oficializar la candidatura.

Si bien los Juegos Panamericanos dejaron una buena impresión entre los chilenos, albergar la cita de los cinco anillos implica un inmenso desafío. Río de Janeiro 2016 superó los 13 000 millones de dólares de inversión, cifra muy lejana a los 600 millones de la divisa norteamericana ocupados en Santiago 2023. Sin embargo, la ilusión sigue intacta. El desarrollo de París 2024 fue posible principalmente por el apoyo de las grandes empresas particulares. Si se crea una alianza entre el sector público y privado, se podría alcanzar un presupuesto similar al de las ediciones olímpicas pasadas.

Por otra parte, se suma una nueva complicación. Chile deberá competir arduamente contra grandes candidatos como Catar, Turquía y Polonia. No obstante, la geografía nacional podría ser un punto a favor para desarrollar y descentralizar algunas competiciones. La diversidad territorial ha demostrado que están las condiciones para gestionar cada uno de los deportes establecidos.

Sin duda, será un verdadero reto para el país consolidar el sueño de unos Juegos Olímpicos. La esperanza de los chilenos estará en las manos del trabajo de las instituciones con tal de consumar las altas exigencias del Comité Olímpico Internacional.