Luis Montecinos López: un actor en construcción

En su primera infancia descubrió las pasiones que hoy marcan su vida y anuncian un futuro prometedor. Este es el trayecto de un artista que está en busca de coronar una exitosa carrera.

Luis Matías Montecinos López es un joven de 22 años, oriundo de la comuna de Talagante. Su amor por la actuación lo incentivó a construir un camino en el mundo artístico, participando en diversas obras culturales. Actualmente cursa el cuarto año de la carrera de Teatro en la Universidad de Artes, Ciencias y Comunicación.

El primer avistamiento de la vocación

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Interpretación teatral en su colegio. Imagen cortesía de Luis Montecinos.

Descubrió su pasión por la música y la interpretación a una temprana edad. Luis contó que “el amor por el teatro empezó en el colegio. Me gustaba hacer cosas relacionadas con el arte, como actuar, que la gente me viera y sentir esa emoción de tener todas las miradas puestas sobre ti”.

Montecinos realizó sus estudios de educación básica y enseñanza media en el Colegio Leonardo da Vinci. En ese lugar recibió la inspiración de su profesora a cargo del taller de teatro, Carolina Sandoval, quien le entregó sus primeros conocimientos. “Una docente que hacía clases de interpretación en mi colegio me enseñó la mayoría de las cosas que sé sobre la actuación y me incentivó a estudiar esta carrera”, aseguró.

Desde entonces ha participado en obras chilenas como “La pérgola de las flores” y “La remolienda”. Sobre esta última, el artista detalló que “ahí me tocó interpretar un papel protagónico y en mi diálogo había un chiste. Cuando lo dije, todo el público se rio. En ese momento, los focos te pegan directo a los ojos, por lo que no ves nada más allá del escenario. Vi a la oscuridad riéndose. Eso me hizo amar el teatro por la conexión que se generó con el público”.

Según Luis, la interpretación de una obra puede conmover a cualquier tipo de audiencia, ya que crea un espacio de conexión con las emociones más profundas. En ese sentido, el artista reconoció que “no puedo conectar con la pena, a mí me cuesta llorar, pero con las películas sí. En parte eso me hizo estudiar teatro”.

Aprender sobre actuación conlleva un trabajo interno constante en el que la introspección se convierte en una herramienta fundamental. Sin embargo, Luis reconoció que “a mis 22 años, no me puedo conocer a mí mismo completamente. Hay que vivir experiencias e interiorizar nuestras reacciones frente a diferentes situaciones. Todos los días son distintos, por más que tengas la misma rutina. Conocerse es una labor de cada día. Hay videos que te explican rápidamente una película o un tema, pero no existe un video de un minuto que te hable de ti mismo”.

La relevancia de la cultura familiar

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Luis junto a sus padres en la ceremonia de egreso. Imagen cortesía de Luis Montecinos.

Desde pequeño, sus padres lo mantuvieron en contacto con contextos culturales. Esa cercanía con el teatro y la música permitió que Luis heredara las habilidades necesarias para destacar en ambas áreas. “Mi mamá me mostró todo en relación con el teatro. Me llevaba a ver obras cuando era chico, me enseñó a Michael Jackson. Crecí escuchando pop y luego rock. También escuchaba la banda Kiss con mi papá y muchas canciones antiguas”, señaló.

En esta misma línea, Luis Montecinos agregó que la música fue una constante en su vida, influyendo positivamente en su desarrollo artístico y profesional. “De alguna u otra manera, siento que todos fuimos criados con ciertas melodías o culturas musicales”. Por esta razón, su interés en este camino se incrementó al cursar la enseñanza media, estableciendo un importante vínculo con su identidad. “Yo quería hacer algo más que tocar flauta dulce, quería ser artista”, expresó.

La música abundaba en su casa y lo llevó a que se interesara en crear canciones. “Me di cuenta de que se me daba con naturalidad escribir rap. En ese género se usa mucho la metáfora, pero a mí me gustaba ir directo al grano”, enfatizó. Desde entonces, decidió combinar su habilidad para componer sobre las múltiples adversidades que enfrentó durante su crecimiento.

Llevando el arte hacia el arte

Un par de desaciertos amorosos llevaron a Montecinos a escribir “Soledad”, una canción en la que utilizó su tristeza como un recurso de inspiración. “Sufrir por amor quizás pueda catalogarse como un sufrimiento sencillo en comparación con otros dolores. Yo lo defino como algo descontrolado. A veces no se elige a quién amar”, reveló.

Sin embargo, la música no solo se compone de desamor, sino que también puede ser el inicio de una nueva historia. Luis comentó cómo su gusto por el rock fue uno de los factores que le permitió conectar con su actual pareja y dejar de lado una dura tristeza. “Antes de estar juntos, yo sabía que a ella le gustaba el rock y el heavy metal. Un día le pregunté si conocía a la agrupación Skillet y para mi sorpresa respondió que sí. Me asombró saber que una banda que me ayudó tanto para salir de la depresión, le gustara a ella”.

Las circunstancias de la vida hicieron que encontrara el compañerismo de un buen amor dentro del contexto de su vocación. Al igual que él, su novia, Tahiry, es amante del teatro y la música, aunque mantienen algunas diferencias. “Yo amo el romance. Me encanta que las parejas tengan un final feliz, que se casen y que caigan rosas por todos lados. Yo amo eso y mi pareja lo odia”, compartió Montecinos.

Además, agregó que “me enamoro todos los días de las películas, de las canciones, de las parejas que van caminando. Me gusta cuando el metro está vacío, y puedo enamorarme de una frase o una pintura”. Pese a estas discrepancias con su novia, la sensibilidad por el teatro es su gran punto de encuentro.

El privilegio de dedicarse al arte en Chile

Luis Montecinos interpretando a Freddie Mercury. Imagen cortesía de Luis Montecinos.

Luis Montecinos reconoció que se siente afortunado por estudiar artes y dedicar su vida al teatro, especialmente considerando que el éxito en la industria teatral chilena es difícil de alcanzar. “Es parte del cambio generacional, poder hacer lo que a uno le guste sin importar lo que pueda pasar en el futuro. Mis papás han pagado todos mis estudios, incluyendo mis clases de canto y la universidad. Agradezco mucho eso porque sé que no todas las familias tienen esa posibilidad”, confesó.

La inestabilidad de la carrera y las dificultades para ejercer profesionalmente la actuación no fueron un motivo para que Luis dejara el mundo del arte. “Me apoyaron con la música y con el teatro. Estuve dos años intentando entrar a la Universidad Mayor, pero no pude. A pesar de eso, mis papás siempre estuvieron ahí apoyándome”, manifestó alegremente.

Expectativas puestas en el extranjero

Sus padres han sido el pilar de su vida y los responsables de que Luis pueda proyectar su carrera tanto en Chile como en el extranjero. “Sueño con ir a probar suerte a Hollywood. Dicen que allá hay buenas oportunidades para los actores”, expresó. En ese sentido, añadió que “soy muy terco, no me caso con una idea si no he terminado la anterior”.

Si bien hoy puede proyectar su futuro mientras cursa los últimos años de su etapa universitaria, Luis no olvidó el complejo proceso de elegir dónde estudiar, al no haber quedado en la casa de estudios que tenía como primera alternativa. “Cuando decidí cambiar mi opción de universidad, lo hice llorando con mi mamá al lado, apoyándome. Ella siempre estuvo contenta con la idea de que me dedicara a lo que me hiciera feliz”, comentó nostálgicamente.

A pesar de las buenas y malas rachas, Montecinos se mantiene firme en sus deseos y metas, mirando al futuro con determinación y expectativas. “Enamórense, permítanse estar enamorados de la vida”, recomendó. Para el joven artista, el teatro y el romance siempre han sido importantes. Por esta razón, en todos los ámbitos de su vida está dispuesto a encontrar belleza con el fin de transformar cada día en una romántica obra de arte.

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