¿La repelente de hombres es una «chica cool»? Opinión SociedadPor Sofía Ormeño Venegas - 6 septiembre, 2024 Man repeller es una interpretación de aquellas acciones y/o expresiones que como lo dicta su nombre espantan a los hombres. Leandra Medine, fundadora del blog The Man Repeller, activista del movimiento feminista mediante la vestimenta. Fotografía extraída de British Vogue. Como un movimiento feminista, surge con intensidad mediante la creación del blog The Man Repeller de Leandra Medine, forjando una lucha cada vez más popular durante la década de 2010. Y aunque el blog a día de hoy se encuentre cerrado y su fundadora cancelada por la cultura digital, el man repeller sigue constituyendo un motivo u acción en algunas personas a la hora de escoger su atuendo. La corriente man repeller se percibe actualmente en estilismos fuera de lo convencional. Que usualmente aludiendo al maximalismo se evade en la conformidad del estilo propio en lugar de actuar de acuerdo al man gaze. Puede que las nuevas generaciones no sepan lo que hacen con las mismas palabras en que lo explico, pero en los tiempos que corren se encuentran bajo una búsqueda experimental que queriéndolo o no evade al estereotipo de hombre casual, aludiendo así a la repelente de hombres. ¿Quién es la verdadera «chica cool» ? Esa interpretación de la repelente de hombres es y probablemente siga siendo la verdadera «chica cool» y no ese personaje inventado por los hombres al que se hace referencia en el monólogo de la película Gone girl. La verdadera «chica cool» no es esa que busca complacer al hombre con el que desea estar, sino la que define su actuar para ella misma. Así que para mi la verdadera «chica cool» no es aquella que va por la vida fanfarroneando que puede ser una fashionista al mismo tiempo que disfruta de las cervezas, dice garabatos y escucha rock. Porque ante todo ella no es como las otras mujeres. Para mi la verdadera «chica cool» la encontramos en un punto intermedio en aquel que no hacemos todo lo posible para atraer, ni para repeler sino más bien somos auténticas con quienes somos para nosotras mismas, reflejando esto a la sociedad sin necesidad de restregárselo en la cara a nadie. Te puede interesar: La competitividad nos está absorbiendo como mujeres