La sociedad de los poetas muertos y la magia de la literatura

la sociedad de los poetas muertos

La literatura puede transformar a una persona, solo se necesita una chispa que encienda la inspiración para empezar a ver las cosas de manera diferente.

«¡Oh capitán, mi capitán!» Esta es una de las frases más recordadas de la película La sociedad de los poetas muertos. Este filme dirigido por el aclamado director de cine Peter Weir se ha convertido en una verdadera pieza de culto.

Esta cinta cuenta la historia de un grupo de estudiantes de un colegio adinerado y conservador que descubren la belleza de la literatura gracias a su nuevo profesor. Robin Williams, que interpreta este maravilloso papel, tiene una metodología de enseñanza bastante diferente a lo que están acostumbrados los alumnos de la academia.

La película fue nominada y posteriormente ganadora de un premio Óscar en 1990 (Fuente: Film Affinity).

John Keating, interpretado por Williams, entrega a sus estudiantes lecciones que terminarían cambiando sus vidas. Nunca ser conformista, ver las cosas de diferentes puntos de vista y quizás el más importante, carpe diem o aprovecha el día. Esta pieza cinematográfica nos plantea una pregunta que más de uno se ha hecho: qué nos mantiene vivos.

 “Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida… para no darme cuenta, en el momento de morir, de que no había vivido”. Este poema de Henry David Thoreau es uno de los muchos que incluye la película y resume muy bien la idea de esta.

Una reseña queda corta para poder explicar lo extraordinaria que es La sociedad de los poetas muertos. Esta es una de las películas que todo el mundo tiene que ver al menos una vez en su vida. La importancia del arte, la belleza de la vida o el amor es algo que muchas veces se olvida, pero es lo que nos recuerda lo bueno de seguir.

Como dijo Keating a sus estudiantes: “No leemos y escribimos poesía porque es bonita. Lo hacemos porque pertenecemos a la raza humana; y la raza humana está llena de pasión. La medicina, el derecho, el comercio, la ingeniería son carreras nobles y necesarias para dignificar la vida humana. Pero la belleza, el romanticismo, el amor son cosas que nos mantienen vivos”.

Escrito por Sofía Cifuentes

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