Finalizar una carrera universitaria para luego encontrar un trabajo acerca de lo que estudiaste, cada vez se vuelve más complejo, pues el conocimiento sobre esa área no es suficiente si no has laburado en aquello previamente.

Desde hace bastante tiempo he escuchado frases como «no me contrataron porque no tengo experiencia laboral», «creen que soy muy joven para ese puesto de trabajo», «no confían en mis capacidades porque recién me titulé». Pero ¿por qué aún se sigue dudando de la formación de los profesionales?

Uno cree que por haber terminado de estudiar una carrera profesional que duró varios años para obtener ese anhelado título, que refleja todo el esfuerzo, estrés, ansiedad y un sinfín de situaciones que desafortunadamente son parte de la célebre «vida universitaria», te asegurará un puesto de trabajo maravilloso, ese que más de alguno soñó mientras era un simple estudiante de pregrado.

Sin embargo, la realidad es otra y cada vez son más escasas las oportunidades de empleo por no contar con la famosa «experiencia laboral». Es lamentable que por ese motivo, no les den la oportunidad de trabajar a los jóvenes que recién están comenzando su vida profesional. Es por esto que me pregunto: ¿cómo van a contar con esa práctica si ningún lugar les quiere abrir las puertas? 

Según informó el Centro de Prensa de la Cámara de Diputadas y Diputados, en junio de este año aprobaron el proyecto que Modifica diversos cuerpos legales para promover la contratación de personas jóvenes sin experiencia laboral previa. Nadie puede negar que por fin decidieron tomar cartas en el asunto, ya que se dieron cuenta de que aún continúa siendo un problema.

Solo espero que los políticos le den prioridad a este proyecto de ley y no se demoren años en concretarlo. Aquello traería esperanza a las futuras generaciones de profesionales, que de seguro desean trabajar en lo que estudiaron.

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