El elemento estrella del menú del restaurante de comida rápida norteamericano.

En la mayoría de los centros comerciales a lo largo de Chile, encontrarás un restaurante de hamburguesas ambientado en los años sesenta. Probablemente lo conozcas porque, cada ciertas horas, deleitan a los clientes con un simpático baile.

Hoy te quiero invitar a poner atención a la contraportada del menú del conocido local de comida rápida Johnny Rockets. Y con esto, me refiero a los shakes. Se trata de una mezcla entre helado de vainilla, leche, crema y otros ingredientes secretos que no he logrado encontrar en internet (hasta el minuto).

Hay muchísimos sabores basados en productos típicos de Estados Unidos, como chocolates de leche, mantequilla de maní, galletas, entre muchos otros. Si puedo hacerte una recomendación completamente sesgada (pues es mi shake favorito), creo que deberías quedarte con el de vainilla.

Tiene un valor de 3 990 pesos chilenos y lo mejor, es que puedes tomar tu bebestible en algunas de las mesas junto con tu pedido o también, solicitarlo para llevar. Siento que deberías ordenarlo al comer, pues te suman un alargado balde plateado con el sobrante de la mezcla que quedó en la licuadora (la mayoría de las veces incluso logra llenar el vaso de nuevo).

Soy una cliente frecuente en Johnny Rockets, pues el sabor dulce de la vainilla, la música y el simple panorama de atender al mall me recuerda mucho a las visitas de mi pareja, Jorge. Si lo extraño durante la semana, subo los cuatro pisos del inmueble hasta llegar al local, donde los garzones ya me reconocen y saben exactamente lo que pediré (spoiler: voy todos los días).

Entonces, la recomendación está hecha. Revisa el término del menú de la cadena de hamburguesas y disfruta de una tarde excepcional. Cura las bajas de azúcar y contribuye a inhibir cualquier señal cerebral de nostalgia. Así que, si extrañas a tu ser querido, puede que, así como a mí, este shake ayude a teletransportarte a donde realmente quieres estar.

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