Universidad Católica apretándose el cinturón

Universidad Católica jugó, en agosto de 2022, su último partido en San Carlos de Apoquindo. Al término de ese encuentro se realizó un acto de despedida al estadio para empezar un proceso de remodelación que estaría listo en 2024.

Invertir en un proyecto así es innovar, ya que no todos los equipos cuentan con un estadio propio. Por eso, y al ser una inversión multimillonaria, avanzar en las etapas puede ser como andar a ciegas, no teniendo muchos ejemplos modernos a seguir en Chile. Así, se entiende que se aplace la fecha de entrega, por ejemplo.

En su ambicioso proyecto, Universidad Católica ha tenido que lidiar con obstáculos como no poder ser local en su estadio. Sin embargo, el principal ha sido el mismo equipo. Tras vivir la década más exitosa en su historia, los cruzados se acostumbraron a ser campeones. Y cómo no, si entre 2010 y 2024, la UC levantó 7 veces la copa.

Pero apretarse el cinturón priorizando económicamente el estadio ha salido caro. Desde el 2022 que Católica no sale campeona ni clasifica a Copa Libertadores, que da una suma de dinero por entrar al torneo y por avanzar. Solo ha ido a fase previa de Copa Sudamericana con una bonificación menor, donde debió enfrentarse a otro equipo chileno para clasificar de lleno y no lo consiguió.

La chilena de Zampedri fue premiada como el Mejor Gol del Campeonato 2024.
Créditos: TNT Sports Chile.

El 2024 dejó un sabor más agrio que dulce en la UC. En marzo no superaron la fase previa de Copa Sudamericana y se desvinculó a su entrenador. Perdieron con Colo-Colo, le ganaron a su archirrival y parecía ser que se había enmendado el rumbo. Sin embargo, tras la eliminación de Copa Chile, volvió el juego irregular que ha mostrado Universidad Católica los últimos 3 años.

En la segunda mitad del semestre perdió los dos clásicos, y la única alegría fue que Zampedri se convirtió en el goleador histórico de la Cato y pentagoleador del fútbol chileno. El fracaso final de la UC fue el cierre del campeonato, donde llegó a la última fecha siendo 3° y solo necesitando un triunfo para clasificar a Copa Libertadores, cosa que no logró.

Así, Universidad Católica no cerró el año con la calculadora viendo qué resultado le servía. Más bien fue con el calendario para ver cuánto falta para la entrega del nuevo estadio y que ojalá no sigan aplazando la inauguración.

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