Entrevista a un barman multifacético: Edison Roa 

Edison Roa en su rol de bartender

Detrás de una iluminada y ajetreada barra, con cócteles que van saliendo a velocidades casi inhumanas, siempre adaptados al paladar de cada cliente, se encuentra Edison Roa, enfermero por profesión y bartender por vocación. 

Con una amplia experiencia en el arte de la coctelería y una habilidad indiscutible en la mezcla de sabores, Edison Roa es quien, con el paso del tiempo, ha logrado representar al Bar Lihuen, lugar en el cual actualmente se encuentra trabajando: “Acá le servimos a una cantidad grande de gente, el movimiento de trabajo es rápido y certero. Nos preocupamos de entregar un buen servicio y es por esto que tenemos una valoración alta en el funcionamiento de la barra». 

Vocación que comenzó en su adolescencia en respuesta a una nueva opción de trabajo, con horarios que se acomodaran a sus estudios. «Yo comencé trabajando de garzón en el restaurante el Fogón Marino en Arauco, pero la gente siempre preguntaba si vendían preparaciones o tragos más elaborados. Inicié buscando recetas en Internet y a los clientes les gustó. En ese entonces, el jefe me dijo que me encargue de la barra y empecé a adquirir experiencia en eso», así comenta el joven que, al descubrir esta novedosa destreza, encontró una forma diferente de crear arte, como él describe su oficio. 

La infancia de Edison

Sin embargo, Edison no siempre estuvo envuelto en la atención a clientes, sino que en su infancia existe una historia relacionada con la pesca y el buceo. Esto fue influenciado por su lugar de origen, la caleta de pescadores de Tubul, ubicada en la comuna de Arauco. Siempre rodeado de un aire marino y las costas, junto a su padre, desde temprana edad comenzó a trabajar. Partió siendo asistente de buzo, lo cual consiste principalmente en monitorear los niveles de aire.

Más tarde, al ser mayor, aprendió a bucear con el objetivo de atrapar mariscos. “Toda mi familia trabaja en el mar, mayormente mi papá fue el que me impulsó a trabajar ahí, igual es el modo de vida normal de allá, al final te terminas acostumbrando”, explica recordando que justamente esas experiencias fueron las que lo convirtieron en una persona independiente, que valora el esfuerzo del trabajo y la generación de sus propios ingresos. 

La vocación y el voluntariado

Sobre su vocación de enfermero, el origen se remonta a su trabajo voluntario como parte de la compañía de bomberos. Siguiendo los consejos de sus abuelos y amigos de la época, después de terminar cuarto medio, Edison decidió inscribirse. Es así como comenzó a participar de distintos cursos y capacitaciones. Termina sintiendo una pasión profunda por el acto de ayudar a las personas que lo necesitan. En una de esas instancias en las que tuvo que acudir a una emergencia, cuenta que presenció un accidente de tránsito grave. Cuenta que al sacar a los afectados de los vehículos, le tocó salir junto a uno de ellos en una ambulancia. “En ese momento observé todo lo que hizo el paramédico, eso fue lo que más me motivó a querer estudiar enfermería y en un futuro dedicarme a ello”. 

Imagen de Edison Roa en su rol como bombero, participando en un procedimiento de rescate en su ciudad natal,

Esa sensibilidad también la desarrolló en su período de pertenencia a la 5.ª Compañía de Bomberos de Tubul. Sobre esta, destaca dos experiencias que le marcaron significativamente. Las inundaciones que ocurrieron en el presente año, de las cuales recuerda el ayudar a las personas a salir de sus casas y lo inevitable que era pensar en toda la vida de esfuerzo que el agua se llevó. Asimismo, se acuerda de un incendio que ocurrió en la comuna de Arauco hace un par de años, el cual tuvo consecuencias graves. “En ese incendio se perdieron muchas casas, dentro de ellas, las de una tía y mi abuela materna, fue chocante el hecho de no tener recursos para hacer algo más”, añade, recordando la rabia e impotencia que sintió en aquellos momentos. 

La carrera detrás de la barra

Más adelante, buscando ampliar su conocimiento y con intenciones de mejorar y destacar en lo que hace, se inscribió en un curso al cual le sacó máximo provecho y sentó bases en el servicio de hostelería. Posteriormente, por incentivo de un amigo, se trasladó a Santiago, ciudad donde realizó trabajos como barman por temporadas en múltiples discotecas del barrio Bellavista: «Vi a muchas personas famosas, que salían en la televisión. Era divertido verlos de forma distinta, en estados que uno no se imagina, teniendo un buen rato y entregándolo todo». 

No es difícil imaginar el clima que se desata en los clubes nocturnos. Música, cuerpos danzantes y unas fervientes ganas de degustar un rico trago, el cual será el acompañante dentro de la excitante noche, y mejor si es preparado por un carismático y apuesto barman: «Allá en Santiago el ambiente en las discos hace que se te acerquen mujeres, sobre todo un poco mayores. Echando el ojo como se le dice. Te piden cócteles solo a ti, esperan y toman su turno», describe Edison: «Te hablan bonito, preguntan tu edad, de donde eres, si tienes polola o pareja y te invitan a bailar, aunque tú estés trabajando». 

Imagen de Edison tomada por él en su lugar de trabajo actual, el bar Lihuen.

Al relatar las distintas experiencias que lo han marcado al trabajar de bartender, Edison no logra contener su risa. De inmediato se puede observar cómo sus pensamientos ya no están en el presente: “El primer evento grande al que me tocó asistir en el Fogón Marino fue de un grupo equino, arrendaron el local con barra libre. Durante toda la noche se me acercó un caballero, que cada vez que me pedía algo me repetía que era doctor. Después de un rato, como en el quinto cóctel, se acerca a donde estoy y me pregunta si me acuerdo de lo que es, yo le respondí que él era doctor.  De la nada se transformó completamente, rompió el vaso y cayó desmayado al piso de lo borracho que estaba”. Así lo recuerda y para cerrar su anécdota comenta: “Creo que quedaron buenos los tragos”.  

Tragos temáticos

Edison Roa es mucho más que solo un barman. Su trabajo no consiste solamente en brindar sus creaciones al público, sino que también sirve historias, escucha y se esfuerza por dar todo de sí mismo en cada una de sus preparaciones. Los años de su vida, desde su infancia en la caleta y su servicio como bombero, han moldeado su carácter y su determinación de seguir aprendiendo: “Siempre estoy expectante sobre qué experiencias nuevas me trae el futuro. Poco a poco he ido adquiriendo diferentes trabajos, me encuentro preparado para fluir con lo que venga, si hay algo nuevo que me interese lo aprenderé e intentaré destacar en eso”.  

Imagen de uno de los tragos temáticos de Edison, inspirada en la famosa serie animada «One piece».

Aparte de las distintas labores en las cuales este multifacético barman se desenvuelve, reconoce ser una persona friki. Su gusto por el manga y la cultura japonesa ha impulsado muchas de sus elaboraciones en el área de la coctelería. En una búsqueda de ampliar sus dotes, Edison comenta que está trabajando en un catálogo propio influido en nada más que su serie favorita: “Realicé diez tragos inspirados en los diez personajes de la tripulación de los sombreros de paja de la serie de animación japonesa One Piece. Cada una de estas preparaciones es diferente, cuentan una historia, tienen carácter y representan de forma única a los protagonistas. Un exquisito trago con una buena presentación y decoración tiene su ciencia y su arte”. 

Es en estos detalles de su trabajo que se puede observar la creatividad que caracteriza al joven y su nivel de profesionalismo en cada cosa a la que se dedica. A lo largo de su vida se interesó por muchas cosas y pasó por varios trabajos, pero lo que siempre se mantuvo es su nivel de cercanía con las personas que lo rodean y su espacio. 

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