Ingeniería en movimiento: la pasión del equipo Firt UdeC 

Auto

Entre las instalaciones de la Facultad de Ingeniería, se encuentra el racing team de la Universidad de Concepción. Un proyecto que nace desde la pasión por los autos y motos, la velocidad y la adrenalina.  

La historia de Firt UdeC comenzó hace dos años, en el momento en el que el profesor guía, Felipe Vásquez, asistió a una competencia de autos en Cabrero. Tras esta experiencia se reunió con sus alumnos y comenzaron a surgir múltiples dudas ¿qué tan difícil es crear un auto de carrera? ¿Será que, si creamos uno, podremos ganarle en velocidad al que llegó último?  Cada una de estas incógnitas sentaron las bases de lo que actualmente se ha convertido en el único equipo universitario con presencia en el campeonato automovilístico de Chile. 

Estudiantes que se atrevieron a dar un paso más allá, decidiendo que no solo querían aprender la teoría, sino también ponerla en práctica, aplicar sus conocimientos y llevarlos a un escenario real: las carreras de automóviles y motocicletas. 

Los que ensamblan la historia

Al profesor Felipe Vásquez, lo motiva la diversión e ir más rápido.
Fotografía proporcionada por Firt UdeC.

Es un camino que no ha sido fácil de recorrer, pero que se conserva en marcha por la pasión compartida entre este ambicioso equipo de estudiantes, o así lo menciona Martín Brunner, jefe del equipo: “La motivación principal, que nos mantiene activos y trabajando para competir son las ganas de ganar, de lograr algo que no se ha hecho y hacernos conocidos a través de esto. Generar experiencias en la mecánica y también meter las manos dentro de lo que hemos estado estudiando. Lo que aprendemos hay que llevarlo a la práctica”.  

Firt UdeC es un grupo diverso, donde cada uno de los integrantes cumple un rol crucial y comparten en conjunto un objetivo en común. Todos tienen una función específica, algunos se encargan del diseño y la construcción del vehículo, otros de la logística y la gestión, mientras que los demás se dedican a correr en las competencias siguiendo el paso del verdadero motor del equipo, el profesor guía. Felipe Vásquez es quien está tras el volante durante las carreras, confiando en el trabajo de su gran team

“Lo primero fue armar un electivo de la dinámica de un vehículo. Ahí enseñamos los principios, el funcionamiento de los autos enfocados en el área de las carreras, después aplicamos lo que hacemos”, explica el profesor, para luego mencionar: “Esto les ayuda a tener una visión práctica, ya que principalmente la materia es teórica. Aquí ven que todas las ecuaciones sirven para algo y aprenden a usarlas como herramientas para resolver problemas”.  

Un equipo sobre ruedas

La clave del éxito no siempre está en la habilidad individual de los miembros, sino en la capacidad de poder desarrollar un equipo empático y trabajar juntos. Cada carrera, independiente del resultado, es prueba del esfuerzo de semanas de trabajo coordinado, largas horas en el taller y colaboración activa y constante.  

El equipo cuenta con un auto y dos motos con los cuales compiten.
Fotografía proporcionada por Firt UdeC.

“Me di cuenta del gran compañerismo en la tercera carrera. Fue en ese momento donde se armó de forma correcta el grupo en el que compito, ya que, generalmente íbamos dos o tres personas. Ese día se juntaron dos carreras en Cabrero, en la mañana de motos y en la tarde de autos, entonces todo el equipo fue a ver y apoyar ambas. Mis compañeros me revisaban las manillas de la motocicleta, que estuviera andando adecuadamente. Me llevaban agua y me alentaban cuando estaba compitiendo”, relata Roberto Casanueva, quien es piloto y encargado del team, para finalizar con: “A pesar de que no todos los miembros están corriendo, en conjunto trabajamos para obtener un buen lugar y pasarlo bien. Entre nosotros queremos aprender y enseñar cosas nuevas”.  

La historia no estaría completa sin las múltiples anécdotas que atesoran como equipo, muchas de estas siendo cruciales y marcando significativamente su trayectoria. “En la primera carrera experimentamos muchos problemas. El auto no llegó al cien por ciento aun con todas las modificaciones que le hicimos. Llegamos con el vehículo a medio armar y lo terminamos allá, en el lugar donde se realiza la competencia. Fue tanto que ni siquiera pudimos correr, tuvimos una fuga de aceite horrible, a chorros”, recuerda Joaquín Silva, encargado del cableado. Aun así, destaca el lado positivo de cada contratiempo: “Esto al final sirvió de inspiración para no volver a cometer este tipo de errores. Con el tiempo se nota la evolución”.  

Mucho más que entender la complejidad de los autos

Tras dos años de esfuerzo, contratiempos, éxitos y aprendizaje, Firt UdeC no se detiene. Cada participante está comprometido con el proyecto, siempre queriendo más, con una visión ganadora y buscando expandir el equipo. El llamado de Maximiliano Díaz, quien ocupa el cargo de soldador y mecánico, es claro: “Persigan sus sueños”. Él integrante explica que, sin importar que el automovilismo en Chile aun siga siendo un deporte amateur, lo importante es disfrutarlo: “Da satisfacción estar haciendo algo que te gusta. Al menos a mí, me ha servido bastante para trabajar la confianza en mí mismo”.  

El rugir de los motores es el sonido que alimenta una pasión y deja en claro que, a pesar de la adversidad, el equipo de la Facultad de Ingeniería Racing Team no frena, sigue acelerando y buscando ser mejor.

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