Darse una pausa para un café es muy necesario para cualquier estudiante universitario. Con tantas opciones, a veces es difícil elegir dónde ir. El Mancha Café siempre será una buena opción si frecuentas la Universidad de Concepción.

Descubrir el Mancha Café fue una casualidad en medio de mi vida universitaria que me alegró significativamente el día. Muchas veces, el caos de la rutina y el apuro por llegar a clases sin atraso, hacen que no miremos a nuestro alrededor y vayamos caminando ensimismados en nuestros pensamientos. Sin embargo, un lunes hace no mucho tiempo, en mi caminata diaria a la Facultad de Ciencias Sociales, descubrí un carrito al costado de la universidad, por la calle Edmundo Larenas. Mancha Café, era el nombre de ese llamativo puesto, que era atendido por un joven muy amable, con un ánimo genuino de atender a cada cliente de forma personal y pacífica. 

Interesada por la máquina que estaba utilizando para moler el café, la cual parecía un molinillo de pimienta a simple vista, captó mi atención, ya que nunca la había visto antes. El joven comenzó a explicarme todo el funcionamiento y la particularidad de las máquinas que utilizaba para preparar aquello que ofrece de forma única y perfecta. Sin embargo, no fue hasta que probé el iced latte que pedí que quedé maravillada. Preparado con leche vegetal, pues era una opción y no se pagaba extra, lo que agradezco porque en la mayoría de los cafés a los que he ido, te cobran más por esta. El café estaba en su punto de amargura y sabor intenso, la leche le daba un toque dulce y suavizaba cada sorbo en el paladar. Una vez que lo probé, no he podido dejar de ir. Además, el que sea helado es una bendición en esta época de calor, especialmente por la larga caminata que me espera al llegar al frontis de la universidad. Muchas veces no lo encontré, por lo que la tercera vez que fui, le pregunté qué días atendía y su horario exacto, para poder seguir su paso y disfrutar de mi café diario, ahora favorito. Los lunes, miércoles y viernes, de las 08:00 a las 19:00 horas, está abierto. Mientras esto suceda, aquellos días serán mis favoritos de la semana, pues la eficacia de sus máquinas, la amabilidad de su personal y la calidad de los productos que ofrece son incomparables. Ahora, cada vez que voy, el joven me pregunta cómo voy con mi tesis, lo que demuestra lo cercano que puede ser con quienes atiende y eso es realmente un respiro a la hora de enfrentar un largo día de estudio.