Abandonar la universidad es una decisión difícil. No siempre lo entienden los demás y te lo hacen saber: “¿Qué vas a hacer entonces?”, “vas a estudiar otra cosa, ¿cierto?”. Sin embargo, a veces, simplemente no te ves trabajando en lo que estás estudiando.

The college dropout es el álbum con el que Kanye West debutó en 2004. En español significa la deserción de la universidad, algo que hizo para dedicarse a la música. Terminando los noventa, el hip hop estadounidense seguía representado por el gangsta rap y sus polémicas dentro y fuera de las canciones. Pero con el nuevo siglo, también llegó otra época con un productor que quería hablar sobre temas más personales y no de violencia.

Con más de una hora de duración, The college dropout es un álbum que combina canciones con breves narraciones dramatizadas ridiculizando el ingreso a la universidad. Sin embargo, el rapero no estaba hablando solamente de eso. Kanye West sacó su obra cuando el gangsta rap, el subgénero más popular del hip hop en ese momento, tocaba otros temas. Lo que él quería decir iba en contra de lo que se estaba rapeando.

En este primer álbum, Kanye tocó temas que mantendría presentes durante toda su discografía; familia, espiritualidad, ambición y resiliencia. Además, sus samples tienen el ambiente característico ya mostrado en 2001, cuando produjo algunas canciones del clásico The blueprint de JAY-Z.

Lo llamativo del álbum es la variedad de estilos que utilizó el rapero. Elegir la mejor es bastante difícil, sin embargo, Jesus walks podría ser la canción más Kanye West de The college dropout. En ella, el artista rapea en una marcha que tiene críticas hacia los valores de la industria musical, a la sociedad racista y hacia uno mismo. Además, por su título se puede notar un fuerte componente espiritual.

El coro de Jesus walks: “Dios, muéstrame el camino porque el diablo está tratando de derribarme”, es un pedido personal del rapero. El abandono de la universidad, seguir una senda desconocida, e ir contra la corriente, son decisiones que cuestan. Muy probablemente la luz al final del túnel no se esté viendo, pero uno avanza igual. Y eso es lo que The college dropout representa.

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