Juegos de cartas coleccionables, entretención y negocio

En Concepción existen varias comunidades de nicho que no se ven a plena vista, tal es el caso de las comunidades de juegos de cartas coleccionables o trading card game, TCG como se les conoce de forma popular. Estas no solo se reúnen para jugar, sino que a través de esto forman una cultura e incluso un mercado que se regula por medio de los propios jugadores.

A nivel global existen muchos juegos de cartas coleccionables que ocupan un lugar en el mercado de los juegos de mesa, sin embargo, son Pokémon, Yu-gi-oh y Magic: the gathering, y en el caso particular de Chile se incluye además Mitos y Leyendas.

¿Cómo se venden los juegos de cartas coleccionables?

Los juegos de cartas son una buena fuente de actividades para generar comunidad, tal como se puede ver en las actividades de inicio de año 2025 en la Universidad de Concepción.
Créditos: Bibliotecas UdeC

Estos juegos se venden por medio de sobres, los también llamados booster packs, que proveen a los jugadores de las cartas que fungen como piezas del juego.

El modelo de negocio más tradicional es motivo de cuestionamientos por jugadores y coleccionistas, pues se asemeja a un modelo de casino, es decir, gastar y gastar dinero sin que el producto o servicio asegure nada más que una pequeña posibilidad de ganar.

Esta forma de venta motiva que buena parte de la compra y venta sea gestionada por los mismos jugadores, pues esto permite un acceso mucho más sencillo al juego. “Me gusta armar mazos, pero incluso si compro todo lo que sale sellado, nunca saldría tan a cuenta como comprar algo por 2 lucas o un poquito más”, explicó Maximiliano, jugador de Pokémon con años de experiencia en la comunidad.

Cartas como negocio

En los últimos años la popularidad de los juegos en sí no ha aumentado propiamente, sin embargo, noticias de la venta de una carta en precios astronómicos han sido tema de conversación incluso en las redes de los medios tradicionales en Chile.

Lo anterior ha llevado a la creación de una situación curiosa, pues mucho de lo que se compra en las tiendas especializadas termina yendo a reventa.

Matías, otro jugador especializado en Pokémon, explica que “muchas veces el producto que quieres comprar se agota incluso antes de llegar, pues se va todo en reservas, al final no queda mucha alternativa”.

Algunos jugadores, como uno conocido como Panqueso, explican que, a pesar de todo, lo correcto para iniciar sería acercarse a una tienda y a gente que te enseñe, además, “existen los League Battle, que vienen armados y listos para jugar”, añaden algunos coleccionistas como recomendación.

La burbuja en los juegos de cartas

Un grave problema de la compra y venta de este tipo de productos es la existencia de una burbuja alrededor del mismo, es decir, se tiende a buscar estas cartas como un negocio, lo que lleva a que los precios se inflen de forma artificial o exagerada.

Pokémon es la principal víctima de esto, donde no es raro ir a tiendas de Concepción como Game of Magico Magic Chile y escuchar que los productos más nuevos ya se han agotado.

Mucho de esto está ligado a la proliferación de cuentas en YouTube, Instagram o TikTok cuya razón de ser no es más que hablar del precio y la compraventa de cartas.

Malas prácticas

Algunos juegos como Yu-gi-oh cuentan directamente con cuentas de redes sociales dedicadas a inflar el precio de ciertas cartas a fin de beneficiar a algunos vendedores.

Todo eso genera una situación en la cual los productos no tienen un valor real, por lo que muchos compradores no tienen un interés genuino en las franquicias, sino que lo ven como una inversión a largo plazo.

Este tipo de productos son finitos, no existe un stock ilimitado que permita mantener el negocio para toda la eternidad, lo que ha llevado a la comunidad a pensar en una burbuja que a la larga no podrá aguantar su propio peso.

En teoría la visión de estos juegos como una inversión no debería ser algo malo, sin embargo, la posibilidad de una burbuja es lo que aterra a algunas personas, pues significaría que la forma de sustentar el juego para muchos jugadores podría correr peligro.

No solo es en ese aspecto de inversión, sino que esto lleva a una suerte de peligro para la llegada de nuevos jugadores, quienes pueden verse expuestos a desinformación en el aspecto de la compraventa e incluso a estafas.

Estafas y recomendaciones

Jugadores más curtidos como Panqueso recomiendan ante todo las transacciones presenciales y en tiendas, por un tema de seguridad y “para evitar que me estafen”. Lo anterior no ha hecho imposible la existencia de personajes que la misma comunidad ha distinguido como poco confiables o directamente estafadores.

Uno de los casos más reconocidos es el que nos cuenta Jano Saavedra acerca de un jugador al que llamaremos “JP”, el cual durante años se vio vetado de múltiples tiendas por un actuar tóxico frente a otros miembros de la comunidad.

“Este jugador se acercaba a aquellos que claramente no eran los que se veían siempre en las tiendas de cartas, normalmente niños o jugadores muy novatos, echaba un ojo cuando estos abrían sobres y luego los engañaba haciendo trueques que no beneficiaban en nada a la otra persona, por ejemplo, cambiando 10 cartas baratas por una muy cara”, según recuerda Jano.

Situaciones como la anterior se suman a la escasez de algunos productos y a los precios poco accesibles de ciertos juegos como Yu-gi-oh para crear una situación poco amistosa con nuevos jugadores o con un público casual que solo quiere divertirse como con cualquier juego de mesa.

Juegos antes que negocio

Los TCG son, antes que cualquier otra cosa, juegos, productos de entretenimiento, pero la forma en que estos se venden los hace fáciles de recaer en tendencias negativas tanto desde los jugadores como de los productores.

En tiendas como Magic Chile jugadores de distintas comunas de la provincia han formado comunidades que se apoyan y comparten regularmente.
Autoría propia.

Al igual que cualquier medio de entretención, este tipo de juegos generan a su alrededor “pequeñas sociedades”, con sus propios elementos culturales que los hacen particulares para su comunidad, distinguiéndose por la capacidad de atraer a grandes y chicos por igual.

Lo variado del público que llaman estos productos es algo positivo en lo sanas que llegar a ser estas comunidades, por lo mismo es importante tener cuidado en la forma que se gestiona el negocio que gira en torno a este genero de juegos, pues se corre el riesgo de destrozar una experiencia tan bonita como cualquier otra forma de entretenimiento.

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