La infamia detrás de la ventana

Roberto Bolaño dijo en una entrevista en 1999 que él escribió La literatura nazi en América a modo de referencia del oficio del escritor. En ese sentido, este libro se puede entender como una metáfora de más de 200 páginas en la que se encapsula toda la miseria y el espejismo que puede ser la literatura. Pero este libro también se puede entender como un saludo de Bolaño a otro autor de enorme calidad y que él admiraba mucho, Jorge Luis Borges, y más concretamente a su libro Historia universal de la infamia. Ambos narran la vida de personajes que caen (o nacen) en la maldad y en la oscuridad, no obstante, Bolaño relata su ficción con una notoria energía y claridad. Como cuando decimos que el agua de un río es clara, o que el cristal de una ventana es claro.

La lectura de La literatura nazi en América dista mucho del resto de la obra de Bolaño. El libro en cuestión no es una compilación de cuentos, tampoco es un ensayo ni mucho menos un poemario, y por más que esté catalogado como su tercera novela, esta obra de ficción no cuenta con un personaje que sigue una historia que finaliza en las últimas páginas. Y es que alejado de la estructura aristotélica, el libro está escrito a modo de una antología aledaña al género de la enciclopedia, con la gran peculiaridad de que ningún autor existió.

La obra contiene 14 capítulos donde se desata con una prosa amable y dinámica, biografías de escritores que, por un lado, visitan constantemente las ideas del Tercer Reich, mientras que otros conocen el nacionalsocialismo alemán en carne y hueso.

Y es que abordar cada uno de los escritores ficticios es una tarea más que prolongada. Sin embargo, se pueden distinguir ciertas singularidades, por ejemplo, guiños a la realidad, como es el caso de Willy Schürholz.

Un alemán encerrado

Schürholz fue un poeta nacido en un latifundio llamado Colonia Renacer que Bolaño describe como un territorio autosuficiente y que funcionó alejado de cualquier forma de intervención foránea. Allí, todos los muertos eran enterrados en su propia necrópolis. Todos los residentes de la comunidad trabajaban largas jornadas y todos eran alemanes. Pero con respecto a Schürholz, escribió una poesía experimental monotemática reminiscente a campos de concentración, además de cuentos simplones que fueron un éxito comercial. Falleció en Angola.

La literatura nazi en América en su edición publicada por Seix Barral. Fuente: James Cummins Bookseller.

Bolaño consigue demostrar con este libro que su escritura se alejaba de cualquier frontera patriótica. Porque a pesar de que esta obra está escrita a imitación de libros más técnicos que otra cosa, su amena y ágil pluma introduce al lector en una serie de fábulas biográficas que revelan una prosa totalmente transparente y cosmopolita.

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