Créditos: Peter Robbins.

Ubicado en el centro del sistema solar, formado hace 4600 millones de años y compuesto principalmente de hidrógeno y helio caliente. El sol es considerado la mayor fuente de energía para el planeta Tierra, contribuyendo a mantener vivo el entorno de la flora, fauna y facilitándonos la vida a los seres humanos. 

Distintas son los aportes de la energía solar para el ser humano y su entorno, debido a que este cuerpo celeste es una fuente inagotable de luz y calor que facilita aspectos tanto a nivel ambiental como económico, logrando incluso incidir en aspectos individuales y emocionales, como la salud mental y la calidad de vida.

Desde hace miles de años, esta estrella ha servido como herramienta en distintas eras de la existencia de la humanidad, sirviendo como referencia para el cálculo de fechas en antiguas civilizaciones y, en la actualidad, como un recurso natural para tareas cotidianas, como secar la ropa de manera sencilla y sustentable.

A propósito de la importancia de la energía lumínica que entrega el sol, durante este 5 de abril, millones de chilenos y chilenas verán un ajuste en la luminosidad de su rutina habitual, ya que se deberá realizar el ya tradicional cambio de horario de invierno, es decir, se deberá atrasar una hora sus relojes.

Precauciones

Esto puede repercutir de diversas formas, por ejemplo, alterando patrones de rutinas durante la actividad diaria, afectando el ciclo de sueño y modificando la iluminación natural durante horas específicas del día, lo que podría impactar negativamente en diversos aspectos de la salud mental.

Sin embargo, hay muchas otras maneras de aprovechar las infinitas opciones sostenibles que ofrece el sol, como por ejemplo la generación de energía eléctrica mediante paneles solares. Este mecanismo surge como una alternativa limpia y efectiva, capaz de aminorar las emisiones de gases contaminantes y la dependencia de fuentes de energía no renovables

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