Hoy en día, donde los virus avanzan a pasa firme este invierno, la red de salud pública en la región del Biobío enfrenta en colapso. Largas filas, falta de insumos, bajo presupuesto y desinformación ciudadana son los factores que empeoran una crisis, que desafían al sistema sanitario de Chile.

En invierno, las enfermedades respiratorias aumentan drásticamente. Por ello, el Ministerio de Salud de Chile (Minsal) adelantó la campaña de vacunación e inmunización, tras un análisis de expertos al escenario epidemiológico. Los centros hospitalarios ya comienzan a ver las primeras señales de una sobrecarga, con salas de espera colapsadas y largas filas. La salud pública no solo ha sido afectada por la alta demanda a causa de los virus respiratorios. En octubre del 2024, la crisis hospitalaria puso contra las cuerdas al Minsal. 

El Colegio Médico de Chile (Colmed) acusó “un financiamiento a goteras” para la salud pública y calificó de insuficientes los más de 100 000 000 de pesos anunciados por la Subsecretaría de Redes Asistenciales para combatir la grave crisis que afecta a los hospitales. 

La campaña de invierno

Para este año 2025, algunas de las principales preocupaciones son el virus sincicial y el covid-19. Estos virus afectan principalmente a lactantes, niños de hasta cinco años, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas. El Ministerio de Salud implementó una serie de medidas para combatir esta problemática. 

Dania Pincheira, médica cirujana y jefa del Servicio de Atención Primaria de Urgencia de Alta Resolución (SAR) Víctor Manuel Fernández, nos comenta: “Si bien el ministerio tiene la indicación de partir la campaña de invierno en mayo de este año, nosotros empezamos a ver el impacto del aumento de las consultas respiratorias desde marzo. Por lo tanto, desde esa fecha reforzamos el personal”. Aun así, se espera una saturación de los servicios públicos de salud. “En mayo, según las curvas epidemiológicas, será el peak de las enfermedades respiratorias”, cerró.   

La difusión y el refuerzo a la educación no paran en el SAR; el encargado de comunicaciones del Hospital Las Higueras en Talcahuano, Sergio Mellado, nos comenta que: “También tenemos campañas propias, hacemos videos, gráficas, material impreso, y todo eso lo vamos haciendo nosotros como hospital”. 

Primeros indicios de urgencias colapsadas

En plena campaña de invierno, el sistema de salud pública enfrenta un escenario más que conocido: la sobrecarga de los centros hospitalarios. Aunque las autoridades han logrado buenos resultados en la vacunación, la situación de los servicios asistenciales sigue siendo crítica. “Ya tenemos una carga asistencial grande, los hospitales no han aumentado su capacidad, el hospital sigue teniendo la misma capacidad crítica, el mismo recurso humano y la población solo va envejeciendo, por lo tanto, las enfermedades van siendo más graves”, advierte la jefa del SAR. 

Para Bernardo Guzmán, doctor especialista en psiquiatría del Hospital Regional de Concepción, el colapso actual del sistema de salud responde a múltiples factores, como “falta de personal capacitado en el área, las personas sin síntomas graves que ocupan los espacios que deberían estar disponibles para casos realmente críticos”. Además, a esto se suman problemas en la infraestructura de los recintos y una deuda importante en educación sanitaria. Todo este panorama, aseguran los profesionales, configura una presión sobre un sistema que debe enfrentar el invierno sin las capacidades pertinentes. 

Visión que también es compartida por la doctora Elizabeth Chandía, encargada de la Campaña de Invierno del Servicio de Salud de Talcahuano, que recalca la relevancia de saber usar los recintos de atención. “Es importante que las personas no acudan por resfriados a los servicios de urgencia; deben ir a los centros de salud”. 

El déficit presupuestario que afecta a la región

Bajo el contexto de un sistema de salud sobrecargado, la falta de actualizaciones en el presupuesto destinado a los servicios de salud también se ha transformado en un obstáculo recurrente. La médica Dania Pincheira, explica que: “Nosotros nos regimos a través de una orientación técnica, que es un documento ministerial que está vigente desde 2016, y los recursos son proporcionados por el Programa de Reforzamiento de la Atención Primaria de Salud (PRAPS)”, cuyo monto no varía a pesar del colapso de los centros hospitalarios y el aumento de las enfermedades. 

La consecuencia ha sido una presión constante sobre el equipo y el sistema público, que con frecuencia no alcanza a cubrir las necesidades de las personas. “El programa entrega todos los años el mismo monto, muchas veces nos vemos limitados en la cantidad de recursos con los que contamos”, señala la jefa del SAR.

Los profesionales de la salud temen no estar preparados para una nueva emergencia sanitaria. Recientemente, el Minsal hizo un cambio en el arsenal farmacológico y redujo casi al 50 % los medicamentos que se utilizan en urgencias. La deuda histórica en materia de salud se acrecienta conforme pasan los años, y la reducción del presupuesto se evidencia en cosas muy simples, como en la deficiencia de insumos en los centros hospitalarios. 

El desconocimiento también colapsa el sistema

En Chile, el bajo presupuesto del que se dispone en el área de la salud y la desinformación son algunas de las barreras en el servicio. El paciente, muchas veces, no sabe cómo, cuándo y dónde atenderse.  “La gente no maneja mucho la forma en que actúa el sistema público y el sistema de urgencia”. Así lo expresó Nicole Acuña, enfermera oncológica del Hospital Regional. 

A pesar de que existe una amplia red de cobertura, como el Centro de Salud Familiar, Servicio de Atención Primaria de Urgencia (SAPU) y hospitales, muchas personas desconocen la existencia de estos servicios, cómo poder acceder a ellos y en qué momento recurrir a los centros de atención. 

Según consigna el Informe I – El fenómeno de la desinformación: Revisión de Experiencias Internacionales y en Chile, publicado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, para el año 2023 el sesenta y cinco por ciento de los chilenos accedía a información falsa a través de redes sociales, provocando un grave problema. En ámbitos sanitarios, el mal manejo de los datos puede tener consecuencias directas y peligrosas, como el rechazo a las vacunas, la saturación de centros, la desconfianza, entre otros efectos, que dañan la imagen de lugares como el CESFAM o SAR.

Faltan recursos y sobra la demanda

Este invierno, el sistema de salud pública no solo enfrenta virus, sino también una estructura debilitada por años sin presupuesto, falta de personal y problemas en infraestructura. Si bien, la campaña de  vacunación no fue un esfuerzo menor, muchos profesionales del área coinciden en la gravedad de la situación: la escasez de insumos, la saturación de los servicios y la falta de personal capacitado siguen siendo graves impedimentos para brindar una buena atención a la comunidad. 

El cambio de estación y la llegada del invierno reactiva la deuda histórica que tiene Chile en el sistema sanitario. Es necesario garantizar una salud pública accesible y digna, no solo para enfrentar el frío, sino también para responder a las necesidades del país y de todos los ciudadanos.